Desde que se convirtió en Rey, los compromisos y asuntos de trabajo de Carlos de Inglaterra (73 años) se han multiplicado. Pero el monarca ha demostrado tener tiempo para todo y, al margen de su agenda, mantiene otros proyectos. Uno de ellos, la restauración del palacio de Tatoi en Grecia, la antigua casa familiar de la reina Sofía (84).
Tal y como ha desvelado la prensa británica, el rey Carlos III y el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsoakis (54), hablaron sobre la reforma de este palacio en un reciente encuentro que se produjo en el Castillo de Windsor. Un proyecto valorado en 12,3 millones de libras (14,3 millones de euros), con el que el monarca pretende preservar la memoria de su padre, el duque de Edimburgo.
Y es que el Palacio de Tatoi, además de ser la antigua casa familiar de la reina Sofía, fue el lugar en el que el marido de Isabel II pasó su infancia. El duque de Edimburgo nació en Grecia, en las familias reales griega y danesa, antes de que fueran exiliados del país cuando tenía 18 meses.
En el Palacio de Tatoi se encuentran los restos del padre del duque de Edimburgo y abuelo del rey Carlos, Andrés de Grecia y Dinamarca. En la misma residencia están, entre otras, las tumbas del rey Pablo y la reina Federica, padres de la reina Sofía.
Ahora, el Rey de Inglaterra está ayudando a las autoridades de Atenas a restaurar el Palacio, hasta ahora abandonado, para convertirlo en un museo y lugar de ocio. Inicialmente, el proyecto fue financiado por el Fondo de Recuperación Europeo, pero con el tiempo se han sumado otras organizaciones. Carlos III, por ejemplo, está asesorando a las autoridades griegas a través de Prince's Foundation.
A comienzos de este año, el Ministerio de Cultura de Grecia ya anunciaba su inminente plan de reforma, explicando que el plan incluye cuatro zonas de exposición, tiendas, restaurantes, cafeterías, un hotel y hasta actividades agrícolas. Según lo previsto, el proceso podría durar hasta 2025.
El Palacio se encuentra al norte de Atenas y tiene una extensión de 4.200 hectáreas en las que se distribuían 40 edificios, que albergaban una herrería, una lechería, una carnicería, una carpintería, establos y fuentes de producción agrícola. Tatoi, sobre todo, se dedicaba al aceite el vino y el queso. Según el Ministerio de Cultura griego, con la reforma, algunas instalaciones mantendrán su utilidad.
Tatoi lleva deshabitado desde 1967, cuando Grecia se convirtió en una República. Entonces, Constantino (82) y Ana María de Grecia (75) se marcharon al exilio con sus hijos. En 2003, esta residencia fue nacionalizada y la antigua Familia Real helénica recibió una indemnización. Ahora, como bien del Estado y tras un fuerte incendio que destrozó parte del norte de Grecia, el Ministerio de Cultura trabaja en su recuperación.
Hace poco más de un año, sobrevió a unos de los peores desastres de Grecia en los últimos años. En agosto de 2021, un gran incendió estalló al norte de Atenas y llegó al bosque que rodea el cementerio de la residencia. Por suerte, las llamas no alcanzaron las tumbas ni los edificios en los que se conservan 100.000 objetos pertenecientes a la Familia Real.
Ese mismo año, Carlos III visitaba el Palacio, coincidiendo con el 200 aniversario de la Guerra de Independencia griega. La reina Sofía, por su parte, fue fotografiada en Tatoi en marzo de 2014, cuando se llevó a cabo una misa por el 50 aniversario de la muerte del rey Pablo. Entonces, la Emérita estuvo acompañada de sus hijos y su nuera.
Tal y como cuenta Pilar Urbano en el libro La Reina, Sofía le guarda un especial cariño a este Palacio. "Tengo maravillosos recuerdos de nuestra vida familiar en Tatoi. Me parece estar oliendo aquellas brisas, entre los eucaliptos, los pinos, los castaños y los cipreses", dijo.