Han pasado casi tres décadas, pero el término tampongate ya forma parte de la intrahistoria de la Familia Real británica y más concretamente de los actuales soberanos, Carlos III de Inglaterra (74 años) y Camilla (75). Su historia de amor, marcada por la clandestinidad y los escándalos, tuvo su momento más delicado en 1993 cuando se publicó una conversación íntima entre ellos de alto voltaje que puso al entonces príncipe y heredero al trono en una situación sumamente complicada.
Ahora, The Crown, vuelve a ponerla sobre la mesa en uno de los capítulos de la nueva temporada, recreando esos minutos de conversación telefónica en los que los dos enamorados daban rienda suelta a sus deseos más privados. Sucedió en 1993, después de que se anunciara formalmente la separación del hijo de Isabel II y Lady Di.
La serie refleja lo que, presumiblemente, sucedió entonces. El secretario personal de Carlos recibe una llamada de teléfono informándole de tan espinoso asunto y él corre a avisar al príncipe. "La grabación la realizó un radioafcionado desconocido. Tras identificar correctamente las voces se la vendió al Daily Mirror. El periodico decidió no publicarlo por el daño que podría causarse a la pareja real, pero ahora que están oficialmente separados se siente libre de publicarlo. Creo que debemos prepararnos", anuncia.
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Esos audios se publicaron en enero de 1993, meses después de hacerse oficial la ruptura, pero habían sido grabados tres años antes. El contenido era tan explícito, que provocó un auténtico cisma en palacio y acabó con la imagen pública de sus protagonistas. Aunque lo más conocido de aquella conversación es la referencia a un Tampax, The Crown recoge palabra por palabra lo que se dijeron los enamorados de un lado al otro del hilo telefónico. Carlos de Inglaterra en su casa, Camilla, en la suya, tirada sobre la cama. La charla comienza con un asunto de trabajo que el príncipe consulta con su amante, pero pronto deriva en algo mucho más caliente.
Así fue la conversación
Carlos: ¿Cómo lo ves?
Camilla: Es brillante, deberías ir aún más lejos. Nuestra lengua es como una especie en peligro de que hay que protener. Es un escándalo cómo permitimos que la masacren.
Carlos: Estoy muy de acuerdo, pero mi secretario personal cree que voy demasiado lejos.
Camilla: Supongo que es mejor dejar que el público quiera más.
Carlos: Sí, supongo que debería ser consciente de eso e ir palpando el camino. Tú ya me entiendes...
Carmilla: Mmm se te da muy bien palpar el camino.
Carlos: ¡Dios!, cómo me gustaría palpar tu cuerpo, todo tu cuerpo, arriba y abajo, dentro y fuera, sobre todo dentro y fuera.
Camilla: Eso es justo lo que necesito ahora mismo. Sé que me reviviría. No soporto una noche de domingo sin ti. Es como ese programa, Empieza la semana, yo no puedo empezar la semana sin ti
Carlos: Te lleno el depósito, para que puedas aguantar.
Camilla: Solo así estoy bien.
Carlos: ¿Y yo qué? Lo malo es que yo te necesito varias veces a la semana.
Carmilla: Yo también te necesito todas las semanas, todos los días Oh, querido, no sabes cuánto te deseo. Desesperadamente
Carlos: Dios, ojalá pudiera... Vivir dentro de tus pantalones sería mucho más fácil
Camilla: En qué te vas a convertir, ¿en unas bragas? (risas)
Carlos: O en un Tampax, con un poco de suerte.
Camilla: ¡Es una idea maravillosa!
Carlos: Pero acabarías tirándome al retrete y daría vueltas eternamente sin bajar jamás por el desagüe. Hasta que llegue el siguiente
Camilla: Podrías venir como si fueras una caja.
Carlos: ¿Qué clase de caja?
Camilla: Una caja de Tampax. Así no pararías nunca.
Carlos: Eso es verdad.
Se hace un breve silencio, pero lejos de parar los dos protagonistas continúan subiendo la temperatura.
Camilla: ¿Te has dormido?
Carlos: No, estoy aquí.
Camilla: ¿Me llamas cuando te despiertes? Adiós, mi amor, te quiero.
Carlos: Yo también a ti. No quiero decir adiós.
Camilla: Yo tampoco, pero debes dormir. Adiós, pulsa el botón.
Carlos: Voy a pulsar la teta.
Camilla: Ay, querido, ojalá me pulsaras la mía.
Carlos: ¡Oh, Dios! Me encantaría, cada vez más fuerte. Te adoro, buenas noches.
Este fue el contenido íntegro de la charla que dio lugar al escándalo conocido como Tampongate y que no sólo escandalizó a los monárquicos más puritanos también puso en peligro el camino de Carlos de Inglaterra al trono, pues su papel como heredero fue muy discutido. Pero, además, la serie refleja cómo vivió la Familia Real este tsunami informativo.
El príncipe contó con el apoyo y la comprensión de su hermana Ana (72) que, pese a su disgusto inicial, le sirvió de consuelo, pues siempre han tenido una relación especial. En cambio, su padre, el duque de Edimburgo, fue especialmente duro con él. "Es un asesinato, han aniquilado mi persona, tanto por lo que he trabajado.. Es la hipocresía lo que no soporto.", comenta Carlos en la serie.
Contra todo pronóstico, aquel no fue el final del actual soberano, tampoco de su relación con Camilla Parker. Una vez más, se mantuvieron unidos y consiguieron que lo suyo saliera a flote. Un año más tarde de la polémica, ella también ponía fin a su matrimonio; ya tenían vía libre para estar juntos.