Corinna, sobre la relación de Juan Carlos con el pequeño Alexander: "Le consentía mucho, más que a sus hijos"
En la segunda entrega de su pódcast, la empresaria alemana, además, aborda la trágica muerte del Alfonso, el hermano del rey emérito.
7 noviembre, 2022 16:56Este lunes, 7 de noviembre de 2022, se ha estrenado a nivel mundial el esperado y revolucionario pódcast Corinna y el Rey, en las principales plataformas digitales. En concreto, ya están disponibles los dos primeros capítulos, La Casita y Vivir del cuento -extraídos de un total de ocho entregas-, en los que la empresaria alemana Corinna Larsen (56 años) desgrana cómo fue su historia de amor, desamor y cruda venganza con el rey emérito Juan Carlos I (84).
Si bien en el primer episodio, al que EL ESPAÑOL tuvo acceso el pasado 1 de noviembre, Larsen desvela cómo conoció al Emérito, así como sus primeros encuentros íntimos clandestinos en la finca La Garganta, en Vivir del cuento la alemana trae al presente una aciaga, trágica y dolorosa historia familiar: la muerte del infante Alfonso de Borbón, hermano menor de Juan Carlos, el 29 de marzo de 1956.
Un desagradable y espinoso episodio que Corinna zu Sayn-Wittgenstein describe 66 años después con profusión de detalles. Tal y como recrea Corinna, fue durante unas vacaciones de Semana Santa de la Familia Real española en la Riviera portuguesa. Juan Carlos contaba con 18 años recién cumplidos, era un joven "alto, taciturno y un poco rebelde", explica la voz en off del relato en el segundo episodio. Por su parte, al joven Alfonso "le dicen Alfonsito, con sus cachetes redondos. Sólo tiene 14 años, pero tiene algo especial. Un carisma que atrae a la gente".
Comienza el episodio con Corinna Larsen hablando de los recuerdos que el rey emérito le trasladó de su infancia: "Él me decía que su hermano menor era el realmente brillante, el guapo, el mejor jugador de golf, el hijo favorito de sus padres. Juan Carlos es muy disléxico y, a pesar de ser zurdo, lo obligaron a escribir con la mano derecha. Se vio obligado a obedecer. Sentía que su hermano menor era realmente la luz que brillaba en la familia".
En lo que respecta al día del trágico suceso, se explica en el pódcast: "Sólo Juan Carlos sabe bien lo que pasó después. Nunca hubo una autopsia (...) Se dice que Alfonso se apresuró a llegar a casa tras su torneo de golf. Estaba emocionado porque había quedado en primer lugar. No veía la hora para compartirlo con su hermano".
Y se añade: "La versión oficial de los hechos, compartida por la Embajada española en Portugal, dice que Alfonso había estado limpiando un revólver cuando la pistola se disparó. La bala le dio al chico de 14 años, matándolo en cuestión de minutos. Pero existe otra versión, contada por Pilar Urbano (82). En esta versión, Juan Carlos está hundido en su escritorio, estudiando, cuando Alfonso entra repentinamente en la habitación fingiendo que lleva una metralleta en la mano. Juan Carlos está molesto de que lo hayan interrumpido. Abre un cajón de su escritorio, saca una pistola que guarda ahí. Alfonso piensa que está jugando. 'Ríndete, cobarde", le dice. Su hermano mayor se sonríe, se acomoda en su silla y le dice: 'Tú sí eres un hombre muerto'".
Apunta la pistola y aprieta el gatillo. "Se suponía que era un juego. Estamos en 2006, durante los fines de semana en La Casita, Juan Carlos comparte su versión con Corinna. Le cuenta cosas que no se han dicho "en voz alta hasta ahora", y "lo admite": "Le dice 'sí, yo apreté el gatillo y lo maté. Pero fue un accidente'", se puede escuchar en un momento dado del pódcast Vivir del cuento.
En ese punto del relato, Larsen toma la palabra: "Claramente, estuvieron jugando a un juego estúpido. En cualquier caso, él cargó el arma. Nunca se ha investigado correctamente, claro, pero creo que, en el fondo de su alma y de su cabeza, él siente una gran culpa". Apostilla la empresaria alemana: "Tiene pesadillas al respecto. Creo que lo que más lo traumatizó fue que la primera reacción de su padre fue la de decir: 'Prométeme que no lo hiciste a propósito'. Me puedo imaginar cómo se debió de sentir porque aquello significaba que el padre pensó que él había disparado deliberadamente a su hermano".
También explica en Vivir del cuento Larsen cómo afectó este trágico suceso a la madre del monarca español: "Su mamá, María de las Mercedes, se hunde en el alcohol, tanto que hasta llega a beberse su propio perfume. Durante años acude a un centro de rehabilitación".
Tras el mortal accidente, a Juan Carlos lo envían directamente a un colegio militar de vuelta a España. Lejos de todos. "Su papá piensa que, tal vez, si él no está el dolor también se irá. (...) Debajo de esa imponente sonrisa y seguridad, está el adolescente de 18 años. La imagen de su hermano en el suelo siempre está en su mente. (...) A menudo lo describen como alguien melancólico. (...) Tiene cambios de humor y se siente solo".
En otro orden de cosas, en este segundo episodio, de unos 40 minutos de duración, Corinna también habla de la especial conexión que Juan Carlos tuvo con su único hijo varón, Alexander Kyril. "Parecería que ha perdido todo contacto con la realidad si no estuviera tan enamorado de Corinna y su hijo. Le consiente muchísimo, quizás hasta más que a cualquiera de sus hijos. Decía que por aquel entonces estaba muy ocupado y que, probablemente, no había sido un padre muy ocupado por sus hijos, pero disfrutó mucho ejerciendo este papel con Alexander. Él le cambiaba, le ayudaba a vestirse. Le enseñaba muchas cosas".
Corinna Larsen cuenta que en el tiempo que compartió con Juan Carlos "había cosas que para mí eran inverosímiles, a las que yo me refería como la corte de milagros". Hace referencia a cosas como pedir "una botella de vino de Burdeos" a un amigo y que en poco tiempo llegaran "20 cajas" de ese vino: "Sus deseos eran las órdenes de los demás y la gente, literalmente, hacía lo imposible solo para complacerle".
Se sostiene en el pódcast que la llegada de Larsen a la vida de Juan Carlos I le descubrió a éste otras "formas de vida", nunca antes experimentadas con "otras novias". "Disfrutaba de la normalidad de todo, pero sigue sin ser suficiente para Corinna. El risotto no era suficiente para Corinna. Ella quiere conocer al hombre, no al Jefe de Estado ni al carismático anfitrión. Ella siente que falta algo, que él no le está contando todo. (...) Un día, mientras están desayunando, Corinna le pregunta acerca de su infancia, de sus padres, de su hermano... Él traga saliva y, en vez de hablar, le da un libro".
El libro lo leyó Corinna "con mucho interés". Pertenece al año 2004 y se titula Juan Carlos, el rey de un pueblo. En el proyecto literario, se habla de un momento clave en la historia: la relación entre Juan Carlos I y el dictador Francisco Franco.