Sin mascarillas y tan a gusto. Parece que los reyes Felipe VI (54 años) y Letizia (49) se han tomado muy en serio las nuevas órdenes del Gobierno respecto al uso de las mascarillas en interiores y han decido ser los primeros en dar ejemplo y quitárselas. Verlos sin ellas se nos hace hasta raro.
Y sin duda, no había ocasión mejor para este momento que la celebración del almuerzo en honor al mundo de las letras que con motivo de la entrega del Premio Cervantes, que tendrá lugar este viernes 22 de abril por el Día del Libro, llevan a cabo los Reyes en el Palacio Real de Madrid.
Así que mientras el nuevo jefe de Protocolo de la Casa, Francisco de Lizaur, leía los nombres de todos los invitados, los monarcas volvían a estrechar manos. Todos estos pequeños gestos dan a la ciudadanía una sensación de normalidad muy necesaria en estos momentos.
El caso es que el protocolo pedía traje de cóctel para las mujeres y chaqueta y corbata para los hombres. Y, Letizia, sin necesidad de repetir, tirando de fondo de armario, ha triunfado rotundamente. El diseño que ha lucido la Reina este miércoles, 21 de abril, a mediodía pertenece a la firma española Pertegaz, el mismo diseñador que se encargó de su vestido de boda allá por el 2004.
Evidentemente, el modisto no lo ha diseñado, ya que falleció hace unos años, pero una empresa gallega compró la marca y sigue produciendo bajo la etiqueta del genial creador catalán. El caso es que este vestido, precioso e inconfundible, lo estrenó en el 2019 durante la entrega de las medallas previas a la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.
El vestido, que le sienta como un guante, está es recto, midi, con aires vintage, de color gris, con bordados orientales y con un gran lazo al cuello. Pertenece a la colección otoño-invierno 2019, pero podría ser de este pasado ningún problema, ya que es trendy y actual.
Últimamente a la Reina le ha dado por lucir semirrecogidos, y aunque se ha dejado el pelo muy largo y le da de sobra para realizarse este tipo de peinados, a nosotras no nos terminó de gustar demasiado cómo le queda, ya que se los peina sin volumen, lo que le hace un efecto extraño en el rostro. Eso sí, se le veían los pendientes de ámbar y diamantes perfectamente. Por supuesto, a la cita no ha faltado el anillo de Karen Hallam.
En su mano izquierda ha lucido bolso de mano de ante en color rosa y en sus pies, la reina Letizia ha recuperado de su vestidor unos zapatos en el mismo tono que el complemento donde ha guardado sus enseres personales. Ambos están firmados por Magrit.
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