Este lunes por la noche tuvo lugar la primera aparición pública de la reina Sofía (83 años) tras la "interrupción de la relación matrimonial" de la infanta Cristina (56) e Iñaki Urdangarin (54). Por este motivo, la expectación fue máxima y decenas de medios de comunicación se agolparon a la entrada del Auditorio Nacional de Madrid donde tenía lugar el concierto extraordinario de las Juventudes Musicales al que iba a acudir la esposa de Juan Carlos I (84), tal y como indicaba la agenda real. Así fue, y la reina emérita reapareció ante los focos.
Las citas benéficas son las que conforman los compromisos institucionales de la reina Sofía y esta vez no fue una excepción. La madre de Felipe VI (54) se volcó con la causa solidaria y, más aún, tratándose de una reunión por la música, disciplina que le apasiona.
La reina emérita acudió acompañada por su hermana Irene de Grecia (79) y luciendo la mejor de sus sonrisas, al margen de las polémicas que han sacudido en los últimos tiempos a su familia. Y es que este lunes además coincidía con el archivo por parte de la Fiscalía de la investigación abierta contra el rey Juan Carlos por su presunta fortuna en la isla de Jersey.
Pese a que la reina Sofía recibió gran apoyo y fue aclamada por los presentes, la mayor atención de la noche se la llevó Isabel Preysler (70). La socialité llegó del brazo de su pareja, Mario Vargas Llosa (85), a la misma cita que la reina emérita y consiguió eclipsar a la representante de la Casa Real española. La reina de corazones de la prensa acaparó todas las miradas con un elegantísimo estilismo con el que ha demostrado por qué está considerada una de las mujeres mejor vestidas de nuestro país.
Isabel Preysler, deslumbrante, eligió para la ocasión un espectacular traje de americana de corte fluido y un pantalón recto en color rojo con pequeños destellos dorados, de la firma española Lola Li. Completando su total look red, una camisa de corte cruzado de la misma marca, stilettos al tono de Aquazzurra y bolso de mano en dorado de Bvlgari. Una puesta en escena impecable que consiguió que acaparara todos los flashes.
De camino a la puerta del Auditorio Nacional, Isabel reveló a los medios cómo se encuentra su familia y, entre risas, confesó su orgullo por el gran momento que vive su hija Tamara Falcó (40) y las ganas que tiene de que estrene su propio reality de Netflix La Marquesa que acaba de anunciarse en la plataforma de moda. Sin duda la familia Preysler es experta en cosechar éxitos y no parar de reinventarse en el terreno público.
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