El príncipe Christian de Dinamarca (15 años), primogénito de Federico (52) y Mary de Dinamarca (48), ha dado positivo en Covid-19. La Casa Real danesa lo ha hecho público a través de un comunicado: "El Príncipe Heredero y la Princesa Heredera fueron informados ayer, domingo 6 de diciembre de 2020, sobre un brote local de Covid-19 en Tranegårdskolen en Hellerup. El príncipe Christian posteriormente dio positivo por Covid-19".
En esa línea, se ha informado que el hijo del heredero al trono escandinavo permanece, como marcan las medidas de prevención, aislado en el Palacio de Federico VIII, en Amalienborg, también llamado Palacio de Brockdorff. Además, se ha deslizado que el nieto de la reina Margarita no ha estado en contacto con ningún miembro de la Familia Real en los últimos días.
El escrito continúa explicando: "En relación con la respuesta a la prueba, la Casa Real ha recibido asesoramiento de la Agencia Danesa para la Seguridad del Paciente con respecto a la detección de infecciones y las pruebas de la familia del Príncipe Heredero. En los próximos días, la familia permanecerá aislada en el Palacio de Federico VIII, hasta que sea seguro romper el aislamiento nuevamente de acuerdo con las pautas vigentes". Cabe recordar que Christian cumplía 15 años el pasado mes de octubre. Para la ocasión, fue inmortalizado por el fotógrafo Franne Voigt, experto en editoriales de moda.
Christian no ha sido el primer miembro de la realeza en caer enfermo por coronavirus. A finales de noviembre se confirmaba el positivo del príncipe Carlos y su mujer, la princesa Sofía de Suecia, los cuales se encuentran en la actualidad guardando cuarentena. Ambos comenzaron a presentar síntomas un día antes de que se desvelara la noticia. En este sentido, se sometieron al test y dieron positivo. Ahora, aunque se encuentran "bien dadas las circunstancias", la pareja permanecerá confinada en su vivienda junto a sus hijos, Alexander (4) y Gabriel (3).
Desde la Corona sueca también aseguraron que los Reyes, Carlos Gustavo (74) y Silvia (76), al igual que los príncipes Victoria (43) y Daniel (47), se han realizado las pruebas para descartar un posible contagio. Además de Carlos y Sofía de Suecia, otros royals europeos también se han visto obligados a permanecer en cuarentena. El príncipe Carlos de Inglaterra (72), su hijo Guillermo (38) y Alberto de Mónaco (62) han pasado la enfermedad. Por su parte, hace unos días Felipe VI (52) tuvo que guardar cuarentena por haber mantenido contacto estrecho con un positivo.
El comunicado que emitía Zarzuela rezaba lo siguiente: "Su majestad el Rey ha tenido conocimiento de que una persona con la que ayer tuvo contacto próximo ha dado hoy positivo por Covid-19. Siguiendo las normas sanitarias, a partir de este momento guardará el preceptivo periodo de cuarentena de diez días, quedando suspendidas todas sus actividades oficiales previstas durante dicho periodo". Pero no se dieron más explicaciones al respecto. Finalmente, Felipe dio negativo y, tras cumplir la cuarentena, ha retomado su agencia real.
No es la primera vez que el virus amenaza a Zarzuela. El pasado mes de marzo, los Reyes se hicieron la prueba del coronavirus después de que Letizia estuviera en contacto con Irene Montero (32), entonces positiva. Aunque Felipe y su mujer dieron negativo, la Reina permaneció sin actividades y realizándose controles periódicos.
Polémica en Suiza
Federico y Mary de Dinamarca viven actualmente en Suiza con sus cuatro hijos, el príncipe Christian, la princesa Isabella, el príncipe Vicente y la princesa Josephine. El motivo oficial son los estudios de los pequeños, que desde hace un tiempo están matriculados en el famoso internado Lemania-Verbier International School. Una estancia que no ha estado exenta de polémica, ya que se descubrió que la Familia Real posee una lujosa cabaña de montaña en el país alpino de la que el gobierno danés no tenía constancia.
Según desvelaron varios medios de comunicación daneses el pasado mes de enero, el matrimonio adquirió este refugio alpino ubicado en el pueblo montañoso de Verbier hace diez años pagando más de diez millones de coronas danesas (casi un millón y medio de euros) que obtuvieron, al parecer, con dinero procedente de sus propios ahorros.
Posteriormente, también se supo que el príncipe heredero había alquilado la propiedad cuando no vivían en ella, un detalle que daba a entender que el matrimonio podría haber ganado dinero con esta operación. La prensa danesa no tardó en criticar este hecho, ya que en Dinamarca rechazan por completo este tipo de conductas. Se considera que los miembros de la Familia Real no deberían de hacer negocios cuando ya reciben una asignación pública libre de impuestos.
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