Ensayos, entrevistas con medios nacionales e internacionales, conexiones con TVE, actuaciones en el centro de la ciudad, un encuentro con los eurofans… Esta semana está siendo realmente intensa para Barei, nuestra representante en el Festival de Eurovisión, que este sábado celebra su final en el Globe Atena de Estocolmo.
Un nivel de exigencia y esfuerzo que ha llevado a la madrileña a sufrir un bajón de fuerzas. "Pensaba que iba a ser una semana intensa, pero no tanto. Estoy contenta, pero un pelín cansada. He tenido dos bajones, uno por agotamiento y otro por ansiedad. Este miércoles fue por agotamiento de voz. Hay cambios de voz, el frío…", comenta a JALEOS.
"Y hace cuatro días tuve un día de bajón por ansiedad. Esto es como un Gran Hermano, todos opinan, pero sobre la que recae todo es sobre mí. Coges las opiniones del equipo, más los de fuera, más Twitter, más Facebook, llega un momento en el que pides que por favor paren de opinar. Tú estás metida en una burbuja y no te enteras de nada", añade.
Por ello pide un poco de comprensión. "Entiendo que la gente pueda criticar. Pero no entienden el nivel de exigencia de estos días. Te exigen que estés perfecta de voz, pero la realidad es que cuando hablas casi 16 horas al día, es difícil que no te afecte.Yo estoy encantada con todo este trabajo, pero se podía ser más comprensivo. Y voy a intentar darlo todo de energía. Pero de voz haré lo que pueda", confiesa la cantante, que reconoce tener miedo a no estar al 100% durante la actuación de este viernes ante el jurado.
No obstante, reconoce que "el cansancio se te pasa cuando ves el cariño de la gente. El apoyo de los fans es increíble. Y soy la primera sorprendida. He pasado de cero a cien, en nada. ¡Pero sí soy la misma! No me merezco esto. Si yo me voy a la cama igual que hace un año. No sé, es una sensación extraña".
También hay críticas, por supuesto. Aunque la madrileña intenta mantenerse alejada de ellas. "Tengo mis filtros. No tengo tiempo, literal. Cojo las que van contigo, que son para mejorar, que ayudan a cambiar cosas. Pero hay otras que son destructivas, que se meten contigo por meterse. Y ahí no puedo hacer nada: yo no puedo cambiar".
La mayoría de estas críticas son por su puesta en escena, la cuál ha sido definida por los críticos de poco profesional ya que han sido la propia Barei y su novio los que la han ideado, cuando en otros países se cuentan con un equipo profesional especializado. "Sí, yo estoy encima", confirma.
"Queremos cambiar cosas, pero no por las críticas sino porque los suecos no las están haciendo. Son cosas de iluminación y realización, pero deben hacerlo ellos. No está en nuestra mano. Les pedimos cosas pero, al dia siguiente, sigue igual. Han tenido cuarenta y dos países y se han centrado mucho en las semifinales y a los del Big Five (España, Italia, Reino Unido, Francia y Alemania) nos han dejado para la final", explica.
¿Y el lunes? "Me apetece estar con mis perros, ver una película, irme a hacer deporte, comer bien, sano. Después, a partir del 30 de mayo me tomaré unos días de vacaciones. Todavía queda promoción. Y también dependerá del resultado. Si quedo muy atrás, la promoción bajará".
En cuanto al futuro, confiesa que no le importaría participar en un programa de televisión como coach. "No me importaría. Me veo en televisión, pero dependiente de qué. Podría aportar mi granito de arena y no dejaría de lado mi carrera. Tu cara me suena me encanta, me lo pasaría genial, pero por ejemplo en estos momentos me quitaría tiempo para componer para Malú, Bisbal, mi propio disco".