El combustible ha alcanzado unos máximos históricos en España, sobre todo a raíz de que estallara la guerra en Ucrania. Por eso llenar el depósito se ha convertido casi en un auténtico lujo para muchos conductores, que se han visto obligados a buscar soluciones ante el encarecimiento de la gasolina y del diesel.
Para ahorrar hasta 10 euros cada vez que llenes el depósito basta con seguir algunos de los consejos que te facilitamos a continuación.
Busca la gasolinera más económica
Hoy en día tenemos la posibilidad de conocer el precio de cada gasolinera con antelación. Si comparamos precios podemos conseguir importantes ahorros. En un depósito medio puede haber diferencias de hasta 12 euros.
Eso sí, tienes que valorar también la distancia que debes recorrer para llegar a dicha estación de servicio, si realmente te compensa hacer más kilómetros a cambio de ahorrar unos euros.
Repostar a comienzos de semana
El precio del combustible varía prácticamente a diario y el establecimiento de dichas tarifas está condicionado por la ley de la oferta y la demanda. Como es de suponer, cuando mayor sea la demanda de un artículo, más elevado será el precio al que se ponga a la venta.
Las marcas aprovechan los patrones de movilidad colectivos para ajustar sus políticas comerciales. El mejor día de la semana para llenar el depósito es el lunes, ya que es cuando los precios son más reducidos, mientras que a medida que avanza la semana se incrementan hasta alcanzar su tope los sábados, que es el peor para repostar.
Adelántate a las operaciones salidas
Al igual que las gasolineras optan por subir los precios del combustible con la llegada del fin de semana, lo mismo puede decirse cuando nos aproximamos a las operaciones salidas, es decir, los días previos a los puentes, festivos o vacaciones. No esperes al último día y trata de llenar el depósito 3 o 4 días. Verás un ahorro considerable en tu bolsillo.
Apuesta por la conducción eficiente
Es el consejo más básico que se suele dar siempre a los conductores. Se tratan de una serie de técnicas pensadas para rebajar el gasto de carburante. Estos son algunas de las propuestas que marcan desde la DGT:
- Salir sin acelerar.
- Utilizar la primera solo para salir. Una vez que hayamos circulado unos cuantos metros hay que pasar a segunda.
- Marchas largas: deben emplearse marchas largas a bajas revoluciones la mayor parte del tiempo siempre que se pueda.
- Mantener una velocidad constante: en la medida de lo posible hay que tratar de llevar una velocidad lo más uniforme posible, en donde no haya acelerones ni frenazos bruscos.
- Bajar la velocidad: reducir la velocidad no solo es un consejo por motivos de seguridad, también contribuye a contener el consumo de carburante.
- Frenar con el motor: siempre que sea posible hay que tratar de frenar con el motor, sin necesidad de recurrir al pedal. Basta con levantar el pie del acelerador y dejar que el coche ruede con la marcha metida. El motor actuará como freno y no se consumirá nada.
- Cuestas: en las pendientes es preciso que se retrase lo máximo posible la reducción de las marchas y hay que acelerar con cierta ligereza. Por su parte, en los descensos procuraremos circular con marchas largas y rodar por inercia, siempre que eso no implique ningún tipo de peligro.
Comprueba el estado de tu vehículo
Aunque no se le conceda demasiada trascendencia, para ahorrar en combustible también hay que prestarle atención al estado del vehículo. No vendría mal realizar una revisión con cierta periodicidad. Principalmente porque unos neumáticos muy desgastados o con una presión por debajo de lo aconsejado por el fabricante puede originar un incremento del combustible. Lo mismo ocurre cuando algunos componentes mecánicos no se mantienen en el estado adecuado.
Todo lo que debes hacer durante un viaje para gastar menos en combustible
En ocasiones, el ahorro de combustible depende únicamente de nosotros, de nuestra manera de conducción o de las decisiones que tomemos al volante.
En primer lugar, hay que organizar correctamente la ruta que vamos a realizar. Principalmente para evitar posibles atascos, ya que así se ahorra un consumo innecesario del carburante y podremos circular por vías con menos tráfico. Eso sí, procura que no implica realizar muchos más kilómetros. El segundo motivo por el que deberíamos planificar el recorrido es para evitar errores que nos lleven a hacer más kilómetros de los debidos. Es lo más normal cuando no sabemos el recorrido y acabamos metiéndonos por carreteras o calles equivocadas.
Hay que prestarle también mucha atención al equipaje. Viajar con el vehículo lleno de maletas o de enseres hará que pese mucho más y eso implicará que el coche se vea obligado a hacer un mayor esfuerzo para circular. Aquellos que opten por llevar un portaequipajes en el techo, podrían incrementar el gasto hasta un 40%.
Está claro que cuando circulamos con nuestro vehículo es importante que lo hagamos con una temperatura agradable, que nos haga ir con mucha seguridad. Pero en ocasiones abusamos demasiado de los sistemas de climatización. Y eso es posiblemente porque desconozcamos que el uso de la calefacción o del aire acondicionado llega a elevar hasta un 25% el consumo de combustible.
Lo mismo sucede cuando viajamos con las ventanillas bajadas. Se incrementa la resistencia, lo que provocará que aumente el consumo en torno al 5%.