Si hablamos de gastronomía española, no podemos dejar de mencionar la popular y deliciosa salsa brava, esa que se sirve siempre (o casi siempre), en los bares, acompañada de unas patatas fritas bien doradas, como tapa o como plato para picar entre colegas o con la familia.
Ahora bien, ¿a qué sabe la verdadera salsa brava? Porque lo cierto es que hay ciertas diferencias, dependiendo de en qué bar o restaurante la pruebes. Esto es porque se le llama salsa brava a un amplio abanico de salsas que derivan de la receta original, sí, esa que os vamos a presentar hoy aquí.
Ingredientes para la receta de salsa brava
Para hacer salsa brava casera necesitas ingredientes comunes, así que seguramente puedas hacerla hoy mismo con lo que tengas en la nevera. ¿Empezamos? Estos son los ingredientes que necesitas:
- 700 gramos de tomates (preferiblemente que sean de la variedad pera)
- 1 cucharita de postre de azúcar
- 1 cebolla blanca mediana
- 2-3 dientes de ajo (a gusto)
- Cayena (también la cantidad que se desee, según lo picante que se quiera hacer la salsa)
- 1 cucharita de postre de pimentón de la Vera (preferiblemente que sea picante, aunque también sirve dulce
- Pimienta negra recién molida
- Un chorrito de vinagre de Jerez
- Aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de sal
Cómo se elabora la salsa para patatas bravas
Lo mejor para hacer salsa brava casera es ir por partes y sin prisa. Este, sin duda, es el truco para que el sabor quede perfecto. Así que, vamos a ir poco a poco con nuestra receta de salsa brava.
1. Prepara los ingredientes
Lo primero que tienes que hacer es tener todos los ingredientes listos sobre una mesa, para luego incorporarlos cada uno a su debido tiempo. Para empezar, ralla los tomates y añade la cucharadita de azúcar. Reserva y pasa al siguiente paso.
Pela la cebolla y pícala muy fina (luego todo irá a la batidora, pero mucho mejor si desde un principio tenemos trozos pequeños). Pela y pica también los ajos y retira los rabitos y las semillas de la cayena.
No olvides tener listas todas las cantidades mencionadas en la lista de arriba para la siguiente fase. ¡A cocinar!
2. Cocina a fuego lento
Coge una sartén y echa un poco de aceite de oliva en ella (mejor si es virgen extra). Pocha la cebolla con una pizca de sal a fuego medio-bajo hasta que esté transparente y blandita. En ese momento, toca echar los ajos picados y seguir rehogando hasta que estén hechos por completo.
Después, incorpora la cayena y el pimentón de la vera, un rico olor inundará tu cocina, así que imagínate como va a ser el resultado final. Ahora, toca incorporar el tomate rallado y subir el fuego para eliminar el exceso de agua. Añade el vinagre de jerez y salpimienta al gusto.
Tienes que estar pendiente porque cuando empiece a hervir, habrá que bajar el fuego y dejar cocer hasta que evapore casi toda el agua del tomate. Ve probando constantemente para ver el punto del picante.
3. Tritura y deja enfriar
Ahora toca pasar a un vaso de batidora la mezcla y triturar hasta obtener la textura deseada. Cuando la tengas, aún no has terminado. Toca volver a verterla en la sartén y dejarla reducir unos cinco o diez minutos más.
Eso sí, sírvela fría o templada, o puede que el picante se intensifique mucho más. Por cierto, no te olvides de freír las patatas, complemento indispensable para tu salsa.
Otros usos para la salsa brava casera
Que pena que la salsa brava solo puedas disfrutarla con unas patatas… Bueno, ¿quién ha dicho eso? Realmente, puedes combinar tu salsa brava con lo que te venga en gana.
Vamos a darte algunos consejos para que aproveches al máximo tu salsa brava casera, ya verás el toque que le da a muchos platos que considerabas aburridos:
- Con muslos de pollo: En realidad esta salsa pega con cualquier parte del pollo. Pero vamos a contarte un truco que va a sorprenderte con los muslitos. Antes de cocinar, mete los muslos en la salsa brava y deja marinar. Luego hazlos al horno para que cojan el máximo sabor.
- Con ñoquis: Como no iba a pegar esta salsa con una pasta hecha casi al completo por patatas… Atrévete a probarlos con esta salsa, pero si te resulta demasiado picante, intenta reducirla con un poco más de tomate.
- Con mejillones: Atención que viene una receta perfecta para la navidad. Directamente acompaña los mejillones con la salsa servidos en un bol… ¡mmm! Delicioso.
Seguro que te falta tiempo para ir corriendo a la cocina a preparar una rica salsa brava casera. ¿Quieres un consejo más? Si tienes poco tiempo para preparar patatas bravas, haz la salsa en grandes cantidades y congélala. Está deliciosa incluso cuando la descongelas.
Y para hacer las patatas de forma rápida y sana, también tenemos un truco. Pela y corta las patatas en cuadraditos y mételas al microondas de cinco a siete minutos. Pasado este tiempo, mete las patatas en el horno, en menos que canta un gallo estarán listas. Después, solo tienes que bañarlas con tu salsa recién descongelada y ¡a disfrutar!
Esperamos que os haya gustado este artículo sobre cómo hacer salsa brava casera. Estamos seguros de que conseguirás sorprender a todos tus invitados.