En España, los meses de otoño e invierno traen a nuestras mesas los mejores ejemplares de setas comestibles que podemos encontrar en nuestros bosques. Aunque algunas variedades, como champiñones, portobellos o setas de cardo, podemos encontrarlas durante todo el año, por ser de cultivo, es el momento perfecto para disfrutar de otros ejemplares silvestres que solo podremos encontrar estos días.
No hay nada mejor para disfrutar de este alimento que recolectar uno mismo las setas de temporada. La calidad es mucho más sobresaliente y eso se aprecia, sobre todo, en el sabor. Las opciones son múltiples, pues permiten elaborar diversas recetas con níscalos muy suculentas.
Los níscalos a la plancha están deliciosos y la elaboración es muy sencilla, pero debes tener claras las instrucciones precisas y algunos trucos. Para descubrir cómo cocinarlos y limpiarlos de forma correcta, sigue leyendo esta receta de níscalos al ajillo y perejil. ¡Vamos allá!
Propiedades de los níscalos
Los níscalos, también conocidos como rovellones o rebollones por su denominación en catalán, rovellons, son hongos o setas comestibles pertenecientes a la familia Russulaceae. Suelen crecer tanto en pinares como en bosques mixtos para deleitarnos con su inconfundible sabor en una gran variedad de recetas con níscalos.
Se encuentra en muchas zonas de España durante el otoño y tienen un gran valor gastronómico, pues son unas setas muy apreciadas. Entre los numerosos nutrientes de los níscalos, podemos destacar los flavonoides, fibras, polifenoles, proteínas, hierro, vitamina C, B, D y K, fósforo, potasio y calcio. Y lo mejor de todo, apenas cuentan con 25 calorías por cada 100 gramos.
Ya sabes algo más acerca del ingrediente principal de esta recta, así que es el momento de comenzar con la elaboración de unos increíbles níscalos a la plancha con ajo y perejil. Antes de nada, debes limpiar muy bien los níscalos para eliminar toda la tierra. Al final de este artículo te mostramos cómo hacerlo. Y ahora… ¡A cocinar!
Cómo cocinar níscalos a la plancha
Duración: 30 minutos
Dificultad: baja
Ingredientes para 2 comensales:
- 1/2 kilo de níscalos
- 4 dientes de ajo
- 1/2 ramillete de perejil
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación de níscalos a la plancha:
- En primer lugar, comienza quitando la zona más dura del tallo de los níscalos.
- Después, con la ayuda de un paño húmedo y el filo de un cuchillo húmedo también, limpia los rovellones uno a uno eliminando las partes que estén en mal estado.
- Para limpiar los níscalos también puedes sumergirlos en agua antes de cocinar tus recetas con níscalos. Pero si lo haces, que sea por poco tiempo, ya que el exceso de agua afectará a la calidad del producto y podría perder su sabor.
- Una vez limpios, antes de preparar los níscalos al ajillo con perejil, debes elegir si los quieres cocinar enteros o en trozos más pequeñas. Esto lo dejamos a tu gusto y el de tus comensales.
- Cuando tengas los níscalos troceados o no, según tus preferencias, pica el ajo y el perejil para tener ambos ingredientes listos antes de cocinar los níscalos a la plancha.
- Pon la plancha en la que vayas a cocinar los níscalos al fuego y, cuando coja temperatura, añade un poco de aceite de oliva. Coloca los rebollones en la plancha con el aceite caliente y con el sombrerillo en contacto con la superficie de esta.
- Deja que los níscalos a la plancha se cocinen durante 2 minutos. A continuación, espolvorea con un poco de sal y agrega el ajo y el perejil picados. Remueve bien para que todos los sabores se integren y quede todo repartido de forma homogénea.
- Si lo prefieres, puedes poner todos los ingredientes juntos en un bol o plato grande antes de cocinar los níscalos al ajillo. Remueve para que todos los ingredientes se repartan bien y pon los rovellones en la plancha con el sombrerillo hacia abajo cuando el aceite esté caliente.
- Por último, para saber cuándo estarán listos los níscalos a la plancha, tendrás que observar el estado del sombrerillo. Si ya están marcados por la plancha, dales la vuelta y deja que se cocinen 4 minutos más removiendo de vez en cuando para que no se quemen. Transcurrido ese tiempo, los níscalos al ajillo estarán listos para servir, así que apaga el fuego y emplata. ¡Buen provecho!
Cómo limpiar los níscalos
En primer lugar, al recoger los rovellones en el bosque, será esencial que retires las hojas, ramas y demás restos que puedan contener antes de elaborar tus recetas con níscalos. Recuerda que suelen crecer entre la vegetación, de manera que es bastante común que al recolectarlos tengan este tipo de desperdicios de la naturaleza.
Asimismo, puedes sacudir con delicadeza los níscalos antes de ponerlos en el cesto para que lleguen a casa más limpios. Además, con este gesto contribuirás a que se desprendan las esporas de estos hongos, cayendo al suelo para que puedan crecer nuevos níscalos. Por esta razón, es conveniente recogerlos en una cesta de mimbre o canasto, nunca en bolsas, pues así ayudamos a dispersar sus esporas.
Una vez en casa, limpia los níscalos a fondo con la ayuda de un pincel o un trapo seco para retirar la tierra, pequeñas ramas y demás restos. Estos es fundamental antes de preparar recetas con níscalos.
En caso de que vayas a cocinar los níscalos de inmediato, no humedezcas el trapo y límpialos justo en el momento de la preparación. En caso contrario, asegúrate de conservarlos en perfectas condiciones.
Del mismo modo, cerciórate de que no contengan bichos o estén estropeados, así evitarás que los gusanos puedan echar a perder el resto de las setas. También debes cortar las partes deterioradas y conservar solo la parte sana.
Por último, cuando vayas a cocinar tus recetas con níscalos, humedécelos con un trapo o papel absorbente de cocina para limpiar cada uno de los rovellones por completo. No te recomendamos ponerlos bajo el grifo antes de cocinar los níscalos, pues acumularán agua en exceso y podrían estropear la receta. No esperes más, ya puedes preparar tus níscalos a la plancha. ¡Están deliciosos!