Las galletas en España son productos de gran tradición, populares y cotidianas. Hacer galletas caseras es una experiencia muy divertida y una forma de integrar a toda la familia en torno a la cocina, sobre todo si hay niños en el hogar. No importa si hacemos galletas de avena o de chocolate, les encantarán de todos modos.
Por regla general, se tiende a preparar las recetas que han pasado de generación en generación, aunque también podemos innovar y hacer otro tipo de galletas o adaptarlas más a cada gusto personal. Prepárate y toma nota, porque elijas la receta que elijas te ayudamos a que siempre queden crujientes. ¡Comenzamos!
Cómo hacer galletas caseras
Hay ocasiones en que es habitual que las galletas no salgan todo lo bien que nos gustaría, sobre todo si son las primeras veces, pues seguro que el resultado no es de nuestro agrado. Así, obtendremos unas galletas que pueden estar muy duras o, por el contrario, demasiado blandas, pero lejos de estar crujientes y en su punto.
Cuando esto sucede suele ser por algún problema con la receta, aunque no es el único motivo. Presta atención, te explicamos cómo hacer que las galletas de chocolate o de cualquier tipo queden crujientes. Atento a las principales claves que se pueden aplicar a cualquier receta para que no haya galleta que se te resista.
Ingredientes para unas galletas caseras crujientes
Los ingredientes son algo fundamental para que las galletas queden crujientes, por ello es importante prestarles la atención adecuada. Y es que, según cada receta y las cantidades que deberás emplear, las galletas quedarán más crujientes por sí mismas, o bien estarán más blandas y con una textura abizcochada.
En cualquier caso, hay algunos trucos o cambios en los ingredientes originales de la receta que pueden contribuir a que las galletas queden mucho más crujientes.
- Harina. El tipo de harina que vayamos a emplear para elaborar las galletas caseras influye mucho en el resultado final. Por ejemplo, todas aquellas que son sin gluten o contienen poca cantidad, así como las bajas en proteínas, absorben menos agua. Como consecuencia, la masa, y luego las galletas, estarán más blandas. Por el contrario, las harinas normales harán que las galletas queden más crujientes, al igual que la harina integral que, además, tiende a tostarse un poco más por fuera.
- Almidón de maíz. Algunas recetas se elaboran con almidón de maíz en combinación con la harina. Lo único que debes tener en cuenta si lo haces es no poner demasiada cantidad de este producto porque tiende a ablandar las galletas. Para que te hagas una idea, el almidón de maíz nunca debe sobrepasar la cuarta parte de la cantidad total de harina y almidón juntos para que las galletas queden crujientes.
- Azúcar. Es cierto que en algunas ocasiones, para que el postre sea más saludable se tiende a poner azúcar moreno. Sin embargo, este tipo de azúcar no ayuda a que las galletas queden más crujientes. Nuestro consejo es que utilices azúcar blanco o bien que realices una mezcla de ambos tipos donde la proporción de este tipo de azúcar sea mayor.
- Y la mantequilla, ¿puede ayudar a que nuestras galletas caseras queden crujientes o más blandas? Es buena pregunta, pues la mantequilla es uno de los ingredientes que no suele faltar en las recetas de galletas. No obstante, con su uso hay que tener mucho cuidado porque tan perjudicial es quedarse corto en la cantidad, pues la masa no ligará bien y se hará migajas, como poner mucha, ya que las galletas quedarán demasiado blandas. Es común que la mantequilla deje las galletas más tiernas, por eso las galletas de mantequilla se rompen con tanta facilidad y tienen esa textura tan suave. Pero siempre es necesario poner la cantidad exacta que se indique en la receta, de hecho, no es un ingrediente que permita experimentar mucho con la cantidad, pero tampoco sustituirlo, exceptuando que se tenga alguna intolerancia. Es tan necesario este ingrediente que su grasa es la encargada de darle esa textura característica a nuestras galletas de chocolate, avena, integrales o de cualquier tipo.
Consejos para hornear bien las galletas caseras
El correcto horneado de las galletas caseras es otra de las claves fundamentales para que las galletas queden crujientes. Además de respetar el tiempo y la temperatura del horneado indicadas en la receta, claro está, así como también es muy importante que se enfríen bien una vez estén horneadas antes de guardarlas.
- Después de hornear las galletas, saca la bandeja del horno y deja que se enfríen en ella dos o tres minutos fuera del horno.
- Después de este tiempo, coge la rejilla del horno y ve colocando las galletas de una en una, de manera que queden bien espaciadas entre ellas. Debes tenerlas así hasta que estén bien frías y se endurezcan. Debes tener en cuenta que es muy normal que las galletas recién hechas se queden blandas nada más sacarlas del horno si se dejan mal colocadas, por ejemplo, sin ventilación y pegadas entre ellas.
- Además, si todavía te gustan las galletas más crujientes, el último truco que te mostramos es prepararlas con un par de días de antelación antes de consumirlas. La razón es que, con el paso de los días se van quedando más duras. Eso sí, cuidado con el tiempo que tardas en consumirlas porque no suelen llevar conservantes.
Con todos estos consejos sobre cómo hacer que las galletas caseras queden crujientes, siempre te quedarán más sabrosas y a tu gusto. Y por supuesto, elige siempre ingredientes de calidad y sigue todos los pasos indicados en la receta. ¡Buen apetito!