Si todos los elementos del circuito están bien conectados, la corriente eléctrica puede pasar por ellos para dar luz o poner en marcha un aparato. Esta corriente eléctrica fluirá desde el polo positivo al negativo.
En otro articulo, ya vimos algunos trucos sobre cómo sustituir las bombillas halógenas por LED. Ahora veremos cómo funcionan los circuitos eléctricos.
Qué es un circuito eléctrico
Un circuito eléctrico es un circuito formado por una serie de elementos conductores que se hallan conectados entre sí. Generalmente, estos elementos son un generador de electricidad con un polo positivo y uno negativo, una serie de hilos conductores de la electricidad conectados a los polos del generador y un receptor conectado a los hilos conductores.
Tipos de circuito eléctrico
Antes de ponernos manos a la obra con el circuito, vamos a analizar en qué consisten los diferentes tipos de circuitos eléctricos: el circuito en serie, el circuito eléctrico en paralelo y el circuito eléctrico mixto.
- Circuito en serie: las bombillas se conectan una a continuación de otra, con una intensidad de corriente idéntica en todo el circuito y el voltaje de la pila repartido entre las dos bombillas.
- Circuito eléctrico en paralelo: las bombillas se conectan frente a frente, por lo que el voltaje de la pila se suministra íntegramente a cada bombilla.
- Circuito eléctrico mixto: en un mismo circuito se conectan bombillas tanto en serie como en paralelo.
En el circuito en serie, la corriente eléctrica solo tiene un camino para llegar al punto de partida. En el circuito eléctrico en paralelo, por su parte, la corriente eléctrica se bifurca en cada nodo. Mientras que en el circuito eléctrico mixto se combinan tanto los elementos del circuito en serie como los del circuito eléctrico en paralelo.
Hacer un circuito eléctrico paso a paso
Tan solo serán necesarios una serie de elementos, tales como un portalámparas, una bombilla pequeña, un interruptor (a ser posible de 250V), una batería de 4,5V aproximadamente, un trozo de cable, cinta aislante y unas tijeras. Es importante tener en cuenta a la hora de elegir la bombilla la cantidad de energía que puede emitir la batería. Si dicha energía es excesiva, la bombilla puede estallar. Pero en el caso de ser mínima, es muy probable que la bombilla no encienda o lo haga de forma muy tenue o leve.
Lo primero que debemos hacer es pelar los extremos de los cables con las tijeras, retirando con cuidado el aislante que recubre el cable para dejar al aire los hilos de cobre del interior. Lo ideal sería retirar unos dos centímetros del aislamiento en cada extremo del cable. A continuación, hay que unir este cobre con ambos polos de la batería, teniendo especial cuidado que el cobre quede en contacto perfecto con el metal de las pestañas de los polos (la pestaña más larga es el polo positivo y la más corta el polo negativo). Para ello, nada mejor que usar un poco de cinta aislante.
El siguiente paso será desatornillar uno de los tornillos del interruptor, introducir en el interior el cobre del otro extremo del cable y volver a atornillar. El mismo procedimiento hay que hacerlo sacando otro tramo del cable del otro tornillo, un cable que hay que conectar a una de las patas metálicas que lleva el portalámparas en los laterales. Luego, debemos unir el tramo de cable que nos queda, el que habíamos colocado en uno de los polos de la batería, con la parte central del cuerpo del portalámparas. La unión también debe quedar perfecta, por lo que se le pueden dar varias vueltas para asegurarlo o ponerle un poco de cinta aislante para reforzarlo. Una vez instalado, podemos atornillar la bombilla al portalámparas y accionar el interruptor. Si la bombilla se enciende, es que la electricidad corre perfectamente a través del circuito eléctrico.
Como se puede comprobar, todos los elementos que forman parte del circuito eléctrico deben estar conectados entre sí para generar, transportar y conducir la electricidad de un conductor a otro. Solo de esta manera, la electricidad podrá hacer su efecto. No en vano, un circuito es una trayectoria cerrada por la que los electrones pasan libremente.
El circuito eléctrico más sencillo que se puede hacer con niños a nivel escolar es el circuito de corriente continua. Esta última es aquella en la que los electrones se desplazan en una misma cantidad y en una misma dirección. Básicamente, es el tipo de energía que requieren los dispositivos móviles para funcionar. Frente a esta se halla la corriente alterna, que se caracteriza por circular durante un tiempo en un sentido y después en sentido opuesto. Un proceso que se irá repitiendo de forma constante. Este tipo de corriente es el que se suele tener en casa para tener iluminación o poner en marcha los electrodomésticos.
En definitiva, hacer un circuito eléctrico no es nada complicado. Una tarea que se puede realizar fácilmente en casa contando con los materiales y los elementos adecuados. Siguiendo los pasos anteriores vamos a tener frente a nosotros un buen ejemplo visual y didáctico de cómo se genera y se distribuye la electricidad.