Hace como un año anunciábamos que Vega Sicilia, la mítica bodega de Ribera del Duero, acababa de comprar unas instalaciones en Rías Baixas, seguía haciéndose con viñedos de albariño, y preparaba la salida de sus vinos Deiva y Arnela.
Ahora le ha tocado el turno a la CVNE (Compañía Vinícola del Norte de España), la poderosa firma del Barrio de la Estación en Haro, en la D.O.ca. Rioja, que ha comprado La Val, otra bodega histórica de la D.O Rías Baixas y fundadora de esa denominación. Ubicada en Salvaterra do Miño, en la subdenominación Condado de Tea, es una bodega de prestigio y recorrido, con vinos muy ricos como La Val o Finca Arantei y con 90 hectáreas de viñedo, fundamentalmente de albariño.
No son los únicos. El desembarco de grandes bodegas riojanas en Rías Baixas lleva ya mucho tiempo. La firma Ramón Bilbao es la propietaria de la famosa Mar de Frades; La Rioja Alta S.A., también del Barrio de la Estación como CVNE, cuenta con Lagar de Cervera; Marqués de Murrieta tiene el Pazo de Barrantes; Bodegas Lan, es la propietaria de Santiago Ruiz; y eso sin contar con el grupo Masaveu dueño de Fillaboa; o el inversor cartagenero Pedro Martínez dueño de Baigorri en Rioja y de Gran Bazán en Rías Baixas. El grupo González Byass tiene Pazos de Lusco; Viñas Familia Gil cuenta con Lagar de la Condesa; Terra Selecta con Viña Nora…
Las Rias Baixas y su deseado porvenir
¿Pero a que se debe tanto amor? Hay varios motivos. Mientras la mayoría de los blancos españoles, muchos de ellos buenísimos, son de carácter climático mediterráneo, los albariños de Rías Baixas tienen un clima atlántico, con unas acideces naturales que les garantiza la frescura y el nervio. Otra cosa es el cambio climático. Ahora en plena y terrible sequía, en Galicia llueve, como siempre. Y por otro lado es su situación comercial.
Esta D.O. gallega produce unos 40 millones de botellas y exporta unos 13 millones a un precio record en España de 6´41 euros el litro. Y no es solamente esta denominación, otras gallegas, como Valdeorras y Monterrei, desde que la variedad godello se puso de moda, son también, como la denominación de origen Ribeiro con sus uvas treixadura a la cabeza, objeto del deseo. Son las variedades blancas atlánticas, o gallegas, si se quiere.
En CVNE están contentos, no sólo, por esta adquisición; sino también porque es un paso más en la ampliación de su gama ya que también tienen bodegas en Ribera del Duero, Valdeorras y Cava. La firma, más que centenaria, nació en 1879 fundada por los hermanos Real de Asua, y sigue en manos de la misma familia desde entonces. Una de las grandes del Barrio de la Estación y de toda Rioja.
En 1979 cuando celebraron su centenario tuvo lugar una anécdota muy simpática, que se hizo famosa en el mundo. Los directivos de la bodega organizaron una gran cena y contrataron a Paul Bocuse, el más galardonado cocinero francés del momento y considerado el mejor del planeta. Bocuse y su equipo estuvieron trabajando en la elaboración de la cena, y para la comida del grupo de franceses la cocinera de la bodega les preparó unas patatas a la riojana. Terminada la fiesta los reporteros se abalanzaron sobre el creador de la “nouvelle cuisine” para preguntarle por su menú, y él contestó tranquilamente sobre su cocina, pero añadió que las patatas a la riojana que le habían puesto en la bodega eran uno de los mejores platos que había comido en su vida. Lo que inflamó el orgullo patrio en general, y el de los directivos de la bodega en particular.
CVNE en conjunto, cuenta con marcas como Cune, por una parte, y otras que forman parte de la historia de los grandes vivos de este país, como Imperial, o Viña Real, el blanco Monopole que con la misma marca se elabora desde hace unos años en Rueda. Fueron los primeros en montar una bodega-château en España, que es Viñedos del Contino. Y en la casa madre no faltaba de nada. Recuerdo que en el año 96 en una visita a la bodega, su mítico enólogo Basilio Izquierdo me mostró los “ovis”, un sistema de elaboración por gravedad para proteger las uvas, consistente en recipientes especiales conducidos con un puente-grúa, que deja caer su contenido de uvas a plomo sobre los grandes depósitos fermentación; y que luego he visto en docenas de sitios muchos años después.
En el pasado Salón Gourmets probé su nuevo vino de la bodega Bela, en Ribera de Duero. Se trata de Áurea Minerva del 2021, con uvas procedentes de Peñaranda. Una nariz expresiva con mucha casta Ribera, con fruta negra en nariz, típica de la tempranillo, tonos florales, muy sugerentes y con una boca potente y sabrosa que tiene que ensamblarse aún, porque es un vino que está previsto que salga a partir del año que viene.
Vinos modernos, vinos históricos, desembarco en Rías Baixas para recibir la brisa del atlántico…, la centenaria casa parece una firma jovencita lanzada a comerse el mundo.