Ocho grandes albariños de Rías Baixas para combatir el calor
Es la variedad estrella en la denominación de origen más pujante de los vinos blancos españoles
9 agosto, 2022 12:31La denominación de origen Rías Baixas ubicada en la provincia de Pontevedra, con una pequeña subzona en el valle de Ulla en La Coruña, se fundó en 1987, y a pesar de que desde el principio ya apuntaba buenas maneras, nadie podía imaginar que a estas alturas fuera una de las más exitosas, o la que más, del panorama vinícola español. El «no nos queda vino», es una constante que repiten los bodegueros en los últimos tiempos, debido al tirón del mercado nacional, al crecimiento de la exportación, y al consumo en su propio territorio, permanentemente.
Aunque hay diferentes variedades de uva como treixadura, caíño, loureira…, es la albariño la reina absoluta. Los vinos jóvenes, bien hechos, ha sido el secreto de su éxito.
Estos vinos suelen dar en nariz aromas de fruta blanca como manzana, pera, albaricoque; y siempre cítricos de naranja, pero sobre todo de limón y pomelo, que ya dejan adivinar que el vino tendrá en boca una acidez marcada lo que le dará frescura y filo, fundamental para un blanco. Bocas frescas, directas y sabrosas con muchas veces un final salino. Lleven los vinos a nariz y boca y verán que es mucho más fácil de lo que parece reconocer sus características.
Se dice que la albariño y la madera de las barricas no se llevan bien, aunque últimamente se están dando ejemplos que cambiarán esa aseveración, pero con quien sin duda se llevan bien es con sus lías (de alguna manera desechos de la fermentación como levaduras muertas) que limpias y finas, quedándose con el vino durante un tiempo en los depósitos, le aportan untuosidad, grasa, volumen, cuerpo a las sensaciones de boca.
También están apareciendo largas permanencias entre lías, de cinco, seis, o más años que están dando vinos soberbios. Lo mejor de todo es que esta variedad tiene mucho que ofrecer para dar grandes vinos en un futuro. Cocinillas ha seleccionado para ustedes ocho de ellos de diferentes tipos y crianzas para que los disfruten en plena temporada de calor.
Altos de Torona 2021
Horacio Gómez, empresario, distribuidor, bodeguero de éxito, expresidente del Celta de Vigo, es la alma mater, junto con sus hijos de esta potente bodega. Es la de mayor extensión junta en Rías Baixas, concretamente 94 hectáreas; y para conseguirlo, alquiló durante 30 años, prorrogables, un monte comunal en la subzona de El Rosal donde plantó viñas de las variedades típicas de esta zona, empezando por la albariño.
El Altos de Torona Albariño 2021 ha pasado seis meses criándose entre sus lías. De ahí ese recuerdo tostado que aparece junto con los aromas de manzana, albaricoque, limón; y una boca con grasa y volumen, muy fresco y directo. (P.V.P. 10,50 euros)
Don Álvaro de Bazán 2019
Un precioso edificio neoclásico donde se ubica una moderna bodega y rodeado de 17 hectáreas de viñedo, constituyen la finca Tremoedo, situada a sólo tres kilómetros de Cambados, en pleno valle del Salnés, la principal subzona de la D.O. Rías Baixas. La bodega es Granbazán y pertenece junto con la riojana Baigorri al dinámico empresario cartagenero Pedro Martínez. Elaboran diferentes tipos de albariños, pero se ha seleccionado este.
Don Álvaro de Bazán 2019, en homenaje al Marqués de Santa Cruz, el gran marino español del siglo XVI, vencedor de Lepanto. Tiene una crianza sobre lías en depósito de un mínimo de dos años, lo que le da en nariz, además de fruta blanca y cítricos, esos tonos tostados de mazapán y más ligeros de laurel y manzanilla. En boca presenta un cuerpo medio, pero con untuosidad, muy sabroso, muy fresco, con un final salino. (P.V.P. 24 euros)
Fillaboa 2021
Un pequeño alto sobre la carretera permite ver la impresionante imagen de la histórica Finca Fillaboa con sus 50 hectáreas de viñedo extendidos entre los ríos Tea y Miño, haciendo frontera fluvial con Portugal. Pertenece a la subzona de Condado de Tea. La firma pertenece al potente grupo Masaveu, con intereses en Rioja, Ribera, Navarra…Con la enóloga Isabel Salgado a la cabeza elaboran varios tipos de albariños, con crianza entre lías, con largas permanencias en depósitos, aunque se ha elegido el más joven.
De la cosecha 2021 es muy complejo, cargado de matices, intenso, elegante, con una nariz muy varietal de frutas maduras, cítricos, heno recién cortado. La boca tiene muy buen paso, untuosa, pero suave, aterciopelada y naturalmente muy fresco y persistente. (P.V.P. 14 euros)
Lagar de Cervera 2021
La poderosa y centenaria firma de Haro, La Rioja Alta S.A., decidió hace ya muchos años invertir en Rías Baixas y puso en marcha la firma Lagar de Fornelos con la marca Lagar de Cervera como bandera. En estos años han logrado ya acumular 90 hectáreas alrededor de la bodega, algo inaudito para el minifundismo gallego. Con Ángel Suarez al frente, esta es una de las firmas más fiables de toda Galicia. Están ubicados en la subzona de El Rosal, aunque trabajan básicamente con albariño.
Lagar de Cervera 2021 es un vino joven que se mantiene entre sus lías desde la elaboración hasta el embotellado. Fragante, fresco, con sus recuerdos manzana y pera, un toque de piña, finos herbáceos en nariz; y en boca con su alegre acidez, con nervio, persistente y largo. Muy rico. (P.V.P. 11 euros)
La Trucha de Acero 2017
La bodega se llama Notas Frutales de Albariño y es bastante reciente. Está situada en la subzona del Condado de Tea, en el pueblo de Garabelos, junto al Miño, y casi en la frontera de Ourense. Al frente está José Alonso que elabora dos vinos: La Trucha y Finca Garabelos que rápidamente se han posicionado entre los más interesantes de toda la denominación de origen. Elaboran cien por cien con albariño.
La Trucha de Acero 2017 es su última novedad, y resulta un vino muy especial, porque tras la vendimia y fermentación, permanece en depósitos de acero inoxidable durante 60 meses, con un ligero bastoneo de vez en cuando. El resultado es un espectáculo. Aparece en nariz elegante y profundo, con tonos cítricos y a la vez melosos, albaricoque y manzana madura. En boca, soberbio, poderoso, potente, con grasa y volumen; y una acidez perfecta. (P.V.P. 30 euros)
Mar de Frades 2021
Paula Fandiño es la enóloga de esta espectacular bodega perteneciente al grupo riojano Ramón Bilbao. Su crecimiento es exponencial con 66 hectáreas de viñedo en la actualidad, y una buena producción sin perder un ápice de su calidad. La botella azul es un icono, lo mismo que el barquito pintado con tinta termosensible que cuando aparece en la etiqueta indica al consumidor que el vino tiene la temperatura adecuada.
Este Mar de Frades 2021 es un vino joven que busca y encuentra todas las virtudes de la variedad albariño. Presenta una nariz compleja, fina, con pera y albaricoque, recuerdos de jazmín, algo de eucalipto. En boca aparece untuoso y con volumen, pero muy fresco, debido a su equilibrada acidez. (P.V.P. 17 euros)
Pazo Baión 2021
Una de las grandes cooperativas del valle del Salnés, convertida en sociedad anónima con el nombre de Condes de Albarei, es, desde hace unos años, la propietaria de este pazo emblemático de 22 hectáreas que perteneció en los años ochenta al conocido traficante Laureano Oubiña. Viñedos espectaculares, junto a unas instalaciones magníficas que lo convierten en un icono del enoturismo en Rías Baixas.
Este 2021 elaborado, como todos, por José Hidalgo, uno de los mejores enólogos de España, es un vino joven, que antes de salir al mercado ha pasado seis meses con sus lías en depósitos de acero. Es muy vivo y un ejemplo de lo que debe ser un buen albariño. Limpio, directo y franco en nariz, con los toques típicos de fruta blanca fresca, cítricos, una gran presencia de aromas florales de jazmín y azahar. En boca es sólido y persistente, largo, fresco y aromático. Se conservará bien en botella y mejorará durante unos años. (P.V.P. 20 euros)
Vindel 2019
Pertenece a la bodega Martín Codax, fundada en 1985 como una cooperativa en Vilariño-Cambados, en pleno Valle del Salnés, el corazón del albariño. Convertida en sociedad anónima es una de las firmas más poderosas de todo Rías Baixas, fiable y con una gama de vinos muy buena. Su nombre lo sacan de un trovador medieval de la zona, y Vindel viene de un pergamino encontrado con letra y música originales del trovador.
Este 2019 procede de un viñedo muy singular, fermentó en depósitos de acero inoxidable y en barricas de 225 litros de roble francés sin tostar. Reposó luego un año en depósito de acero. Es fino, con clase, intenso en nariz, donde hay cítricos como el pomelo, manzana y albaricoque, como siempre. Recuerdos balsámicos de eucalipto; y una boca poderosa, con volumen, una fina acidez que le da mucha frescura y un final curiosamente salino. (P.V.P. 35 euros).