Desde su inauguración en enero del pasado año, el restaurante Brabo ha recibido elogios por su buen hacer con la brasa y la calidad de los ingredientes locales seleccionados por los chefs Rafa Panatieri y Jorge Sastre, quienes cuentan con una amplia experiencia y trayectoria en la alta gastronomía.

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En solo un año de vida, uno de sus logros más destacados es el haber sido incluido como "Restaurante Recomendado" en la Guía Michelin, un reconocimiento que confirma la excelencia y la dedicación de todo el equipo.

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Rafa Panatieri, nacido en Rio Pardo (Brasil), aprendió con su familia el ritual de cocinar a la brasa y fue su abuela quien le inculcó la pasión por la gastronomía. Viajero incansable y cocinero curioso lleva más de una década aprendiendo de los mejores. Dejó su carrera de veterinaria para dedicarse a la cocina. Sudamérica y Europa han sido parte de su viaje en los fogones, sobre todo Italia, pero España acabó conquistándolo. Además de formar parte del equipo de los hermanos Roca, ha trabajado en Nectarí o Grupo Tragaluz.

Jorge Sastre es madrileño, con padre cocinero y, aunque su educación y trayectoria le avalan en esta profesión, aprendió a cocinar en casa siendo un niño. Ha ejercido gran parte de su carrera en Cataluña y Barcelona es su casa desde hace muchos años. Antes de conocer a Rafa estando a las órdenes de los hermanos Roca en 2016, Jorge trabajó en Madrid y Rioja formando parte de equipos de alta cocina como el restaurante Portal de Echaurren **2 Estrellas Michelin. Siempre ha tenido claro su camino, en un oficio sacrificado para el cuál se ha preparado a conciencia al lado de grandes figuras de la cocina.

Más allá de la comida y la técnica

Sobre la importancia del asado, Rafa comenta: «Para nosotros, la brasa no es solo una técnica de cocina, es el arte de reunir a la familia o a amigos cercanos, encontrar cualquier pretexto para pasar tiempo juntos, compartir experiencias y sentimientos, y crear lazos que duran toda la vida. En Brabo, cada plato cuenta una historia, una conexión con nuestras raíces y con la pasión por la gastronomía».

Jorge añade: «Desde nuestros inicios, quisimos crear un espacio donde la brasa no solo fuera la protagonista, sino también el vínculo que conecta a las personas. Barcelona nos brinda la oportunidad de fusionar la alta gastronomía con la tradición de un asador moderno, y cada plato en Brabo refleja esa fusión, esa mezcla de técnicas tradicionales y creatividad contemporánea».

El concepto de Brabo va más allá de ser un simple asador; es un lugar donde la tradición se une a la innovación, ofreciendo sabores auténticos y técnicas culinarias aprendidas. Situado en Carrer de Sèneca 28, en el corazón de Barcelona, los chefs se unen para ofrecer una experiencia centrada en la brasa, destacando la importancia de compartir momentos especiales alrededor del fuego.

La carta destaca la importancia de la brasa, así como de embutidos y encurtidos, y está influenciada por productos locales de alta calidad. En éste se presenta una selección de platos principales, tanto de carne como de pescado y verduras, acompañados de diversas guarniciones.

Además, ellos mismos elaboran embutidos y quesos de forma totalmente artesanal. Para ello, utilizan productos que han sido cultivados de manera sostenible y ecológica, garantizando su calidad desde la tierra a la mesa. Uno de estos productos es el cerdo de la raza Gascón, que viene de la familia de los ibéricos, recuperando la raza y que son criados en una granja ecológica de Lleida.

Hacen las curaciones con los mismos cortes de carne italianos. Sin el uso de colorantes, antioxidantes y demás productos químicos que utiliza la industria, todos los condimentos que utilizan como semillas, hierbas deshidratadas y condimentos son también de procedencia orgánica.

En los postres, sorprenden sus churros con chocolate.

La parte líquida, dirigida por el experimentado sumiller Mihai Toma, resalta por su cuidada selección de referencias locales, nacionales e internacionales, complementando a la perfección los sabores de la cocina.