El cuarto “cachorro” del Grupo RanTanPlan ha llegado a Madrid ladrando fuerte. Con menos de cuatro meses de vida, la última apuesta de esta sociedad hostelera ha pasado a convertirse en uno de los sitios más a la última de la capital, llenando sus mesas cada noche en un ambiente distendido, cosmopolita y amigable. En el local se ha apostado por un estilo nórdico, sencillo pero elegante, con rincones perfectos para disfrutar de una cena más íntima, y mesas grandes en las que compartir la velada entre amigos.
En lo que a cocina se refiere, el restaurante Pomerania ofrece una carta bajo los valores de la tradición, el producto y la personalidad. La máxima calidad en cada ingrediente se combina con la originalidad en la elaboración y en la presentación, con el objetivo de divertir y sorprender al comensal en cada bocado.
Ficha y detalles del restaurante Pomerania
- Pomerania, el nuevo proyecto del grupo canino ha querido hacer un guiño a sus hermanos mayores introduciendo platos de sus cartas, como la lubina a la sal de Pointer; los flamenquines de calabaza de Teckel; o los langostinos tigre en tempura con salsa de chiles coreanos de Chow-Chow.
- Lo mejor: Las zamburiñas a la brasa con salsa de chiles coreanos, la hamburguesa vasca de chuleta y costilla a la brasa deshuesada con piquillos y queso Idiazábal, y la tarta de queso.
- Dirección: María de Molina, 4. 28006 Madrid
- Horario: 11:00h a 01:00h. Jueves, viernes y sábados hasta las 02:00h.
- Reservas: En el teléfono (+34) 91 088 45 50
- Precio: 35 euros.
- Nota: 3.5/5
Está de moda, no nos vamos a engañar. En sus menos de cuatro meses de vida se ha convertido en el antojo de las noches madrileñas, y cada día llena sus mesas de veladas especiales, conversaciones amigables y propuestas gastronómicas que, utilizando el producto mediterráneo, hacen guiños a muchos rincones del mundo entero.
Su carta está firmada por el chef Gonzalo Menéndez, y se basa en una cocina de autor con rebosante personalidad. Menéndez tiene influencias peruanas en su cocina, como consecuencia de los viajes realizados al país andino, así que en su carta no faltan platos como el ceviche de mero a la brasa, el tiradito de dorada y huancaína, o el de de vieiras y apio nabo.
En la sección de entrantes, fríos y calientes, también se pueden encontrar propuestas como la ensaladilla Pomerania, elaborada con carpaccio de carabinero, esencia de gamba, whisky, curry rojo o ikura de salmón; la burrata inyectada con pesto napolitano; una irresistible tortilla estilo Betanzos; las alitas black pepper, para chuparse los dedos; unas exquisitas zamburiñas a la brasa con salsa de chiles coreanos; o el taco de cochinillo balinés con manzana verde encurtida, original y sorprendente.
A los entrantes le siguen los arroces y la pasta, con cuatro propuestas: un socarrat de carabineros y setas; el arroz ahumado de presa ibérica; los ravioli de ricotta y guiso de rabo de toro; y los tagliatelle nido Garofalo Marinara con almejas y langostinos.
Sus pescados, además de contar con propuestas puramente peruanas, como los ceviches o tiraditos, proponen también recetas más nacionales más clásicas, como la merluza confitada en salsa verde o la lubina a la sal. El producto del mar se remata con opciones más modernas y arriesgadas, como el sapito a la meuniere trufada, o el calamar a la parrilla con quinoa y emulsión de yuzu.
En la sección de carnes encontramos desde una hamburguesa vasca de chuleta y costilla a la brasa deshuesada con pimientos del piquillo y queso Idiazábal, hasta el clásico entrecot de lomo bajo nacional; pasando por los medallones de rabo de toro guisado, el plato más consistente y elaborado; la siempre apetecible milanesa de ternera con huevo a baja temperatura y pimientos de Padrón; o un steak tartar de lomo bajo de vaca vieja nacional.
Y no vale olvidarse del dulce. Pomerania cuenta con una oferta pequeña pero bien seleccionada que satisface a los paladares más chocolateros, con su tarta de coulant de chocolate; a los clásicos, con la tarta fina de manzana; a los románticos, con la tarta cremosa de queso; a los golosos, con “La Torrija”; e incluso a los más solidarios, con su fruta de temporada con sopa de clorofila, postre del que se dona 1 euro a la Fundación Aladina, que tiene como objetivo ayudar a los niños en la lucha contra el cáncer.
Estilo nórdico y elegante en el restaurante Pomerania
Materiales naturales, tonos tierra y arena, rayos de luz natural y toques vegetales como elemento de contraste, hacen de Pomerania el rincón madrileño perfecto en el que relajarse y desconectar. Su reinterpretación del estilo nórdico ha creado un espacio de diseño contemporáneo que fusiona la vanguardia y la sencillez, con un estilo marcado por líneas puras y geométricas. Lámparas, grandes ventanales, composiciones armónicas en texturas, colores y acabados, y diferentes espejos crean un lugar único que se complementa con una pequeña y tranquila terraza que estará habilitada durante todo el año.