Farolillos rojos y sangría fría. Podría ser el título de un nuevo álbum de Los Chunguitos, pero es el resumen de la esencia de 'Tapas de China', un restaurante de la Plaza Mayor de Madrid que utiliza como reclamo comercial la occidentalización de recetas asiáticas.
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Y no es el único. Muchos espacios gastronómicos chinos acostumbran a adaptar sus platos típicos a los gustos españoles. "Aquí no aguantáis las cosas picantes", se burla Julio Zhang, chef de Soy Kitchen (1 Sol Repsol), el famoso restaurante asiático del madrileño barrio de Almagro que fusiona tradición y modernidad en su propuesta culinaria.
Pero, ¿hasta dónde llega esa 'españolización' de la comida china? Hace unos meses se hizo viral un vídeo del tiktoker @alimentacionchino donde aseguraba que sabores como el pollo al limón o a la almendra "no existen" en su país. Zhang desmiente esta afirmación y aclara que sí existen, pero se cocinan de forma distinta. "Allí el pollo se reboza con dos tipos de harina y con almidón de arroz glutinoso, de forma que la masa queda más crujiente". De hecho, recuerda que Dabiz Muñoz compartió un vídeo probando este plato en uno de sus viajes a China.
Otro de los bocados chinos que se preparan de manera diferente son los famosos rollitos de primavera. "En China no los tomamos con salsa agridulce, sino con crema de soja picante", dice. Además, indica que nunca los encontraremos en una comida o en una cena: aunque cueste de creer, "sólo se comen en el desayuno". Algo parecido ocurre con el arroz tres delicias: "Nosotros no le echamos guisantes, le echamos setas shiitake y cebollino".
El Año Nuevo chino, que se celebrará este sábado 10 de febrero, es un buen momento para tratar de descubrir la auténtica comida china. Como cuenta Julio, la última noche del año es típico juntarse con toda la familia y cenar pronto, "sobre las 17:00 o 18:00 de la tarde". La razón es que esta comida es muy larga y tiene que dar tiempo a engullirlo todo: "Puede haber hasta 40 platos, es un banquete pensado para 20 personas".
Las recetas que pueden encontrarse en esta mesa de Fin de Año chino dependen de cada zona del país, aunque lo más habitual es que haya gyozas, carnes a la plancha, cocido, cordero y, por supuesto, pescado. En el idioma mandarín la palabra 'pez' suena igual que 'sobra' o 'excedente', por lo que para ellos ingerir ese alimento en estas fechas es sinónimo de prosperidad. "Más dinero, más salud, más trabajo", describe Zhang. "Lo tomamos rebozado o encurtido, y sobre todo pescados de color rojo, pues es el color del fuego, que también atrae la suerte".
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Julio Zhang ha preparado en Soy Kitchen un menú especial para dar la bienvenida al Año del Dragón: un total de 9 platos por un precio de 80€ y estará disponible desde el 10 hasta el 25 de febrero. Algunas de las recetas que incluye son las siguientes: cocido shanghainí con corazón de bambú y cerdo ibérico, Xiao Mae de carrillera estofada seis horas en su caldo al estilo Soy Kitchen y topping de salsa de trufa y boletus, noodles caseros con anguila amarilla al ajillo, oreja de cochinillo al wok, arroz con wagyu y vieira y cremoso de lichee y cacao con helado de nata ahumada.
Por lo que respecta a la bebida de año nuevo, Julio explica que lo habitual es tomar "chupitos de licor de arroz de 55 o 65 grados de alcohol": "Muchas veces llegamos a tomar 12 chupitos en una sola cena". No obstante, con el paso del tiempo esa costumbre ha cambiado un poco: "Ahora la gente suele beber más vino, sobre todo los chinos de menos de 45 años". De hecho, a él le gusta tomar vinos españoles, que cada vez van ganando más popularidad en China.
Este 2024 Julio Zhang tendrá que esperar hasta el domingo para celebrar el Año Nuevo chino, pues tiene que atender a sus clientes en el restaurante. Sin embargo, asegura que ese día por la noche se reunirá con unos cuantos amigos y llamará a toda su familia. "¡Pero sólo tomaré dos chupitos!", exclama, entre risas, despidiéndose.