Sopa de pan y albóndigas especiadas, un plato fácil perfecto para días de frío
Entre unas sopas de ajo y un plato de Medio Oriente, esta sopa con albóndigas y pan es reconfortante, muy fácil de hacer y perfecta para los días de frío.
16 noviembre, 2022 12:05- Total: 35 min
- Comensales: 4
Son muchas elaboraciones del recetario clásico de España las que incluyen pan en su preparación. Todas ellas recetas de aprovechamiento del pan sobrante que ya se ha quedado duro. Hay que pensar que la cocina, en época de escasez, debe agudizar el ingenio de la mejor manera posible.
El resultado, con el pan sobrante, ha dado lugar a recetas como la zurrukutuna, la sopa de ajo clásica, en Portugal a la açorda, las migas, la bola del cocido madrileño (para los que la incluyen), el salmorejo, la porra antequerana o, en versión dulce, las torrijas o el pudin.
En este caso, la idea parte de una sopa castellana pero no hay jamón en ella y se agregan muchos más condimentos para llevarnos a sabores de Medio Oriente como el que da el comino negro, el cardamomo o el ras el hanout. Las albóndigas quedan así muy especiadas, con un carácter muy personal y, obviamente, se podrían emplear también estas albóndigas en otros guisos con salsas diferentes: la clásica española, de setas, con tomate...
El pan que se añade es brioche y le dará al conjunto un dulzor clave. Pero también se podría utilizar cualquier otro tipo de pan no dulce si no se quisiera este toque. Lo demás es clásico y fácil siendo esta una receta sencilla y perfecta para los días de frío. Eso sí, se recomienda no menear mucho la sopa una vez agregado el caldo para que el pan no se rompa mucho. El objetivo es que quede humedecido, pero en trozos grandes, con textura general.
Sopa de pan y albóndigas
Ingredientes
- Carne picada, 500 g
- Comino negro, 1 cucharadita
- Ras el hanout, 1/2 cucharadita
- Pimienta negra, 1/2 cucharadita
- Sal, 1 cucharadita
- Cardamomo molido, 1/4 cucharadita
- Sésamo tostado, 2 cucharaditas
- Diente de ajo, 1 ud
- Cebolla morada, 1 ud
- Pimentón dulce, 1 cucharadita
- Vino blanco, 100 ml
- Pan brioche seco, 200 g
- Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
- Tomillo seco, 1/2 cucharadita
- Caldo de pollo, 2 litros
- Perejil picado, 3 cucharadas
Paso 1
Preparar y freír las albóndigas
Paso 2
Hacer el sofrito
Paso 3
Añadir el pan y el caldo
Paso 4
Volver a incorporar las albóndigas
Paso 1
Mezclar la carne picada con todas las especias y la sal, amasar ligeramente, añadir también el sésamo y formar las bolitas. No deben ser muy grandes sino más bien pequeñas para que se coman de un bocado ya que dentro de la sopa no resultaría fácil partirlas.
Paso 2
Pelar el diente de ajo y picarlo en láminas finas. Pelar también la cebolla y picarla finamente en cuadraditos (brunoise).
Paso 3
En una olla baja, disponer el aceite y freír en él las albóndigas a fuego fuerte para que se doren rápido por fuera, pero queden poco hechas por dentro. Cuando estén bien doradas, retirar a un bol o a un plato.
Paso 4
Ahí mismo, añadir un poco más de aceite y dorar el ajo suavemente. Incorporar entonces la cebolla y pochar a fuego suave durante un par de minutos. Cuando esté tierna, añadir el pimentón y remover bien con cuidado porque el pimentón se quema muy rápido.
Paso 5
Agregar el vino blanco y subir el fuego para que evapore bien, el objetivo es que prácticamente no quede vino cuando se vaya a añadir el pan.
Paso 6
Agregar el pan brioche desmigado con las manos y tostar un poco en la olla, remover de vez en cuando. Verter entonces el caldo de pollo y llevar a ebullición. El caldo cogerá textura con el pan. Habrá que poner todo a punto de sal.
Paso 7
Cuando la sopa tenga la consistencia deseada, agregar el perejil picado y también las albóndigas. Dejar cocinar las albóndigas en la sopa durante un par de minutos para que cojan temperatura, pero no pasarse mucho para que no se queden secas. Servir inmediatamente.