Martín Berasategui es un conocido chef español que cuenta con nada más y nada menos que 12 estrellas Michelin, con dos de sus restaurantes en los que dispone de la máxima calificación otorgada por la prestigiosa guía francesa. Por este motivo, siempre hay que tener en cuenta sus consejos culinarios, ya que nos pueden arrojar luz a la hora de preparar las mejores recetas.
En este caso vamos a hablar de su truco para que el solomillo de cerdo quede jugoso y crujiente. Las recetas con este tipo de carne son muy populares en nuestros hogares, puesto que permiten resolver cualquier almuerzo o cena de una forma muy rápida y bastante económica, al tratarse de un ingrediente fácil de comer y muy versátil, al poder combinarse con otros muchos ingredientes.
De hecho, el solomillo de cerdo se puede preparar a la plancha, al horno, asado, a la parrilla…, siendo una carne bastante magra que tiene pocas calorías y que destaca por su bajo contenido en grasa en comparación con otras carnes de cerdo y por su finura. Sin embargo, estas características son las que hacen que sea muy habitual que quede seco, aunque esto viene dado por un error que se puede subsanar de manera sencilla siguiendo los consejos de Berasategui.
Cómo conseguir un solomillo de cerdo jugoso y crujiente
Martín Berasategui tiene una forma de preparar el solomillo de cerdo en dos cocciones que hará que apenas 30 minutos esté listo y con un resultado final excepcional, consiguiendo que el exterior esté tostado y crujiente y, al mismo tiempo, su interior esté jugoso y con un punto muy tierno, ideal para todos aquellos que quieren disfrutar al máximo del sabor de la carne.
[Solomillo de cerdo al champán con champiñones, una receta de fiesta sin gastar mucho]
Su apuesta pasa por una doble cocción en una sartén y luego en el horno, de forma que se consigue que estos dos puntos puedan estar presentes en la carne, que luego se puede acompañar con unas buenas patatas asadas o un puré de patatas, aunque también existe la posibilidad de usar otras guarniciones, al ser muy versátil y encajar a la perfección con opciones para todos los gustos.
En cualquier caso, siempre es aconsejable seguir el ya conocido consejo del chef vasco a la hora de cocinar carnes, que es la de darles un reposo para que los jugos se asienten. Es una técnica que, aunque no es novedosa, sí que es aconsejable tenerla en cuenta, de manera que no se corte la carne una vez lista, ya que en ese caso comenzará a chorrear por ser cortada demasiado pronto.
Cómo preparar el solomillo de cerdo perfecto
Si seguimos las pautas de Martín Berasategui para preparar el mejor solomillo de cerdo, en primer lugar, habrá que marcar el solomillo entero en una sartén grande, utilizando para ello un poco de aceite de oliva y marcando todas sus caras a lo largo de unos doce minutos. En este primer paso hay que asegurarse que todas sus caras estén bien cocinadas y debidamente selladas.
[Solomillo de cerdo en salsa de nata: cómo hacer paso a paso esta escandalosa receta]
A continuación, el galardonado cocinero español lleva el solomillo a un horno precalentado a 130 grados centígrados, para con calor arriba y abajo y en la misma sartén que fue sellada (debe ser apta para horno) se vuelve a cocinar. Si no es apta para horno, se puede utilizar otra bandeja diferente. Ahora habrá que cocinarlo durante 20 minutos, dándole la vuelta cada cinco minutos para que ninguna de las partes quede más seca que el resto.
Una vez que haya pasado este tiempo, se saca y se lleva a una rejilla en la que deberá reposar unos 6-7 minutos. En este paso conviene tapar la rejilla con papel de aluminio y hacer un par de respiradores para evitar que la carne se recueza, lo que afectaría a su resultado final. De hecho, una vez que haya pasado ese periodo de reposo, nos encontraremos con un solomillo de cerdo jugoso y crujiente, perfecto para comer.
Los beneficios del solomillo de cerdo para la salud
El solomillo de cerdo es una carne que tiene diferentes beneficios para nuestro organismo, estando especialmente recomendado para disfrutar de un buen funcionamiento de los músculos, al ser una excelente fuente de proteínas. A ello hay que sumar su contribución a combatir el estrés y la depresión por su contenido en vitaminas B.
También es un tipo de carne que ayuda al correcto funcionamiento del sistema circulatorio y para prevenir la artritis y la diabetes, además de favorecer al sistema nervioso por su contenido en tiamina, que ayuda a asimilar los carbohidratos en el organismo.
[Solomillo de cerdo con salsa de vermut, un plato principal para compartir con quien más quieres]
Por otro lado, el solomillo de cerdo también es rico en zinc, fósforo, hierro, potasio y magnesio, unos minerales que regulan el agua en el organismo, y que permiten que el sistema nervioso y los músculos, así como el corazón, funcionen adecuadamente. Sus distintas vitaminas del grupo B combaten el estrés, aportan energía y facilitan la digestión.
Una vez conocidos algunos de sus principales beneficios para la salud, conviene saber que el solomillo de cerdo, como sucede con cualquier otro tipo de carne, se debe almacenar en la nevera en un recipiente hermético, para luego sacarlo del frigorífico una hora antes de cocinarlo. También es apto para la congelación, pero en este caso será preferible cortarlo en trozos y envolverlo en papel film, separando distintas porciones para cuando se desee consumir. Así estará en mejor estado y conservará mejor sus propiedades.