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Una salsa de tomate casera cocinada a fuego lento es insuperable. Pero si no dispones del tiempo necesario para estar pendiente de cocciones largas, esta receta te va a ayudar mucho a no caer en la tentación de utilizar salsas ultraprocesadas.
La salsa de tomate es la base de muchas recetas del día a día. Acompaña a recetas de pastas como esta pasta con ragú de setas o estos canelones de atún con tomate, o de arroces, como el popular arroz a la cubana, a recetas de pizzas, tostas; forma parte de los sofritos con los que arrancan otros guisos deliciosos. En definitiva, la salsa de tomate es un básico de la cocina. No en vano, forma parte de las grandes salsas de la cocina francesa.
Su elaboración siguiendo el método tradicional, aunque no es difícil, lleva tiempo, pues hay que sofreír el tomate a fuego muy lento y hay que estar pendientes de remover de vez en cuando para que no se agarre, pues el tomate tiene mucha facilidad para hacerlo.
Sobre cuáles son los mejores tomates para hacer salsa, para mi gusto, los tomates 'pera' son la mejor opción, pero solo si están bien rojos y maduros y no siempre se consiguen. La solución es usar un tomate en conserva que no tenga aditivos (es decir, que no sea un producto ultraprocesado). Tanto si la conserva es de tomates enteros como si es de tomate triturado, su uso también nos ahorrará el trabajo de tener que lavar y pelar los tomates.
El tema de añadir o no azúcar a la salsa de tomate es algo muy personal. Yo, personalmente, creo que si es tomate es bueno y está lo suficientemente maduro, no la necesita en absoluto.
Cómo hacer salsa de tomate casera muy rápido
Ingredientes
- Tomate triturado fresco o en conserva, 600 g
- Cebolla mediana, 1 ud
- Ajo, 2 dientes
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Azúcar integral de caña, 1 cucharada (opcional)
- Sal, c/s
- Pimienta
- Perejil y/o albahaca frescos (opcional)
Paso 1
Sofreír cebolla en el microondas
Paso 2
Añadir tomate triturado y cocinar en tandas de 10 minutos a 800 W
Paso 1
Si no usamos tomate triturado en conserva, antes de hacer la salsa tenemos que lavar los tomates, pelarlos y trocearlos muy finos o triturarlos y pasarlos por un chino si no queremos que nuestra salsa lleve las semillas de los tomates. Otra opción sería rallar los tomates.
Paso 2
En un recipiente apto para microondas, preferiblemente de vidrio y con tapa, ponemos la cebolla cortada en dados pequeños, los dientes de ajo pelados y laminados, una pizca de sal y el aceite de oliva virgen extra. Mezclamos todo y tapamos.
Si no tenemos un recipiente con tapa, podemos usar cualquier recipiente de dimensiones adecuadas y taparlo con un plato llano puesto sobre él.
Paso 3
Cocinamos todo en el microondas a 800 W durante 5 minutos. Sacamos, añadimos el tomate triturado, sal y pimienta al gusto y las hierbas frescas picadas muy finas.
Paso 4
Tapamos y llevamos de nuevo al microondas durante 10 minutos a 800 W. Sacamos, mezclamos bien y lo metemos otros 10 minutos a 800 W tapado. Sacamos, añadimos el azúcar (opcional), mezclamos bien y lo ponemos en el microondas tapado otros 5 minutos a 800 W.
Paso 5
Si, pasado este tiempo, no estuviera suficientemente espeso (sucede a veces ya que los tomates no siempre tienen la misma cantidad de agua), lo volvemos meter en el microondas en períodos de 2 minutos que repetiremos hasta que la salsa de tomate rápida haya espesado a nuestro gusto. Cuando esté lista podemos triturarla con la batidora si queremos que quede una textura más fina.
Paso 6
Si no la vamos a utilizar inmediatamente pero tampoco necesitamos almacenarla mucho tiempo, la guardamos en un frasco de cristal esterilizado que cerraremos con su tapa y dejaremos enfriar boca abajo para que se haga el vacío.