Una vez abiertos los últimos regalos y degustado el roscón de Reyes, las navidades llegan, oficialmente, a su fin. Ahora toca recoger la decoración y ver qué hacemos con todas las sobras que hemos ido acumulando durante estos días.
En el caso del roscón de Reyes, aunque cada vez son más los obradores que hacen formatos pequeños como las bolitas de roscón, es habitual que acabemos comprando o haciendo un roscón grande para ofrecérselo a todos los Reyes Magos que nos visitan durante el día y, como no todos vienen con hambre, pues acaba sobrando.
El origen del roscón de Reyes
El origen de este dulce en España se remonta a tradiciones ligadas a la celebración de la Epifanía, también conocida como el Día de Reyes. Esta festividad cristiana conmemora la visita de los Reyes Magos al niño Jesús en el pesebre, simbolizando la manifestación de Jesucristo al mundo. Se cree que tiene sus raíces en diversas costumbres europeas relacionadas con rituales paganos de la antigüedad.
El Roscón de Reyes tiene una forma circular, que simboliza la eternidad y la unión familiar. Además, suele adornarse con frutas confitadas, que representan las joyas de la corona de los Reyes Magos.
[Qué es lo verde del roscón de Reyes]
Aunque la historia exacta del Roscón de Reyes es difícil de rastrear, se sabe que su popularidad creció durante el siglo XVIII en la corte española. En el siglo XIX, se introdujo la costumbre de esconder sorpresas y figuras en el Roscón, añadiendo emoción a la celebración. Se dice que quienes encuentran estas sorpresas en su trozo suelen tener buena suerte durante el próximo año.
Con el paso de los años, el Roscón de Reyes se convirtió en una parte fundamental de la celebración de la Epifanía en España. La noche del 5 de enero, víspera del Día de Reyes, es común que las familias se reúnan para partir y disfrutar del Roscón acompañado de una taza de chocolate caliente.
Cómo aprovechar el roscón que sobra
Partiendo de la base de que el roscón es un pan dulce, podemos hacer con él prácticamente todo lo que haríamos con otro pan del estilo como, por ejemplo, un brioche. Podemos desde congelarlo, que será la opción más aconsejable si se trata de un roscón de Reyes con relleno, hasta prepararnos unos sándwiches mixtos estupendos.
Si optáis por congelarlo, os aconsejo que lo separéis en porciones y así podréis ir sacándolo cuando os apetezca o lo necesitéis. Si preferís convertirlo en otra cosa, os dejamos cuatro recetas que son perfectas para darle una nueva vida.
Sopas de burro cansado
Típicas en algunas zonas de Galicia, aunque cada vez menos conocidas. Las sopas de burro cansado o sopas de caballo cansado son trozos de pan sumergidos en un almíbar de vino tinto. Cuando el pan se empapa en el almíbar queda como si fuera una torrija para comer con cuchara y está buenísimo, aunque como es un postre calórico y heredado épocas pasadas en las que no se podía tirar nada.
[Sopas de burro cansado, receta con tradición]
Pudín de roscón
Es un clásico para aprovechar sobras de pan que se ha quedado reseco, quedará bien con cualquier receta que tengas, solo que si sueles hacerlo con pan normal, tendrás que rebajar un poco el azúcar. Si no tienes una receta familiar de pudín, pincha ahora en el enlace siguiente para ver la nuestra.
[Pudin de Roscón de Reyes, receta de aprovechamiento]
Torrijas de roscón
En los últimos años se ha puesto de moda hacer las torrijas con pan brioche y es lógico porque están buenísimas. Si hay algo que pueda mejorar el roscón de Reyes es convertirlo en torrijas. Si te gusta este postre, en cuanto pruebes las torrijas de roscón, ya nunca más te dará pena que sobre roscón el día de Reyes.
A mí, unas torrijas de brioche que me encantan y que con el roscón quedan también increíbles son las torrijas de caramelo al estilo de Arzábal.
[Torrijas de caramelo al estilo de Arzábal]
Pastel de jamón y queso
Las combinaciones dulce-salado no convencen a todo el mundo, pero este pastel de jamón y queso con caramelo bien se merece una oportunidad. Suele prepararse con pan de molde, pero con rebanadas de roscón al que hayamos retirado las frutas escarchadas también quedará increíble.
Y un truco, si el roscón tiene mucho azúcar en la superficie, podéis usarlo para hacer el caramelo que se necesita para esta receta.