La cocina es cuestión de recuerdos. Muchos de los que vean hoy esta receta irán directamente a un recuerdo de hace unos 20 años, cuando la marca estadounidense Tony Roma's triunfó en España (o más bien en Madrid) con sus enormes comedores, mesas con bancos, y camareros que se disfrazaban la noche de Halloween. Muchos hemos crecido con las costillas tipo Carolina Honey, con la Roma Burger (hamburguesa con huevo frito, todo un hito para una época en la que las hamburguesas gourmet todavía no habían triunfado), con las montañas de aros de cebolla y los palitos de mozzarella.

Las recetas saladas calaron entre el público, pero la seña de identidad de la casa fue, sin duda alguna, la galleta de chocolate con helado de vainilla y salsa de chocolate presentada en una sartén. Conocida como Skillet Chocolate Cookie. Llegaba a la mesa recién horneada, caliente, con el helado que se iba derritiendo a medida que se hincaba la cuchara. ¡Toda una perdición!

Por supuesto, la gracia de esta receta radica en hornear la galleta al momento y servirla aún caliente. Se podría plantear una galleta tradicional como esta o cualquier otro tipo. Quedaría también de maravilla una galleta de chocolate y café, unas galletas de mantequilla y jengibre o unas galletas de plátano y cacahuete con chocolate.

También se podría cambiar el sabor del helado y utilizar un helado de chocolate, un helado de pistacho o un helado de nata y la salsa de chocolate se puede hacer más o menos negra, según la intensidad deseada por cada uno. Se podría hacer incluso de chocolate blanco.

La masa de galleta se podría dejar congelada también. Una vez lista se hace en las porciones deseadas (dependerá del tamaño de la sartén que se vaya a utilizar) y se congelan sobre una bandeja con un papel de horno. Una vez congeladas ya se podrán meter en una bolsa y apilar de forma más cómoda dentro del congelador. Para hornearlas posteriormente irían directamente al horno y sólo habrá que pensar en darle un par de minutos de horno más.

Cómo hacer la cookie del Tony Roma's

Paso 1

Lo primero será preparar la masa de galleta. Lo ideal es hacer una masa y dejarla en la nevera, lista para ser horneada. Hay que pensar que la masa dura en la nevera perfectamente hasta 3 días y lo ideal de esta receta es comerla recién horneada. Por lo tanto, se puede tener la masa lista y dejarla solamente para meter en el horno. Derretir la mantequilla y batir con el azúcar, agregar el huevo y, por último, la harina con la sal, la levadura y el bicarbonato y mezclar bien hasta hacer una bola.

Paso 2

Añadir por último las pepitas de chocolate, integrar bien en la masa y envolver con papel film. Guardar en la nevera un mínimo de 12 horas antes de hornear.

Paso 3

Para hacer la salsa de chocolate, mezclar en una olla la nata con la leche y el azúcar y llevar a ebullición muy suave, con cuidado de que no se queme. Cuando rompa el hervor, apagar el fuego y añadir el chocolate. Mezclar muy bien hasta que quede una salsa brillante y reservar templada.

Paso 4

Precalentar el horno con calor arriba y abajo a 175 ºC. Poner una porción de masa en la sartén y llevar al horno durante 10 minutos, la masa se extenderá por la sartén y tendrá que quedar ligeramente dorada pero no muy hecha.

Paso 5

En cuanto la galleta salga del horno, poner una bola de helado de vainilla por encima y terminar con abundante salsa de chocolate. Servir inmediatamente con mucho cuidado de no quemarse con la sartén.