- Total: 1 h
- Comensales: 10
Ahora que llega el buen tiempo va siendo hora de dejar a un lado los bizcochos y pasar a algo más refrescante y frutal. Algo como esta tarta de queso fría con frambuesas y arándanos que hemos preparado hoy en Cocinillas. La guinda que le falta a tu banquete primaveral o veraniego.
Ingredientes
- 150 g de galletas tipo maría.
- 60 g de mantequilla.
- 700 ml de nata.
- 700 g de queso para untar (tipo Philadelphia).
- 80 g de azúcar.
- 10 g de gelatina.
- 1 tarro de mermelada de frambuesa.
- Frambuesas y arándanos para decorar.
Cómo preparar una tarta de queso fría
A diferencia del resto de tartas, en este caso vamos a cambiar el horno por la nevera a la hora de cocinar. Requiere algo más de tiempo pero el resultado es un postre fresco ideal para la primavera y el verano.
1: Preparamos la base de galleta
Metemos todas las galletas en una bolsa de plástico y las aplastamos hasta que queden hechas polvo con la ayuda de un rodillo. Cuando estén machacadas las mezclamos con la mantequilla derretida y lo esparcimos por la base del molde desmontable para bizcochos. Tiene que quedar bastante compactado.
A continuación lo metemos en la nevera durante al menos 10 minutos para que la mantequilla se vuelva a enfriar.
2: Cocinamos la nata y el queso
En una cazuela grande ponemos a hervir la nata, el queso para untar y el azúcar mientras lo removemos todo para que quede homogéneo. Mientras, metemos las láminas de gelatina en agua para que se ablanden.
Cuando esté cocinado lo sacamos del fuego, lo colamos con la ayuda de un colador y le añadimos la gelatina ablandada con agua. A continuación removemos hasta que la gelatina se deshaga.
3: Dejamos reposar durante 6 h en la nevera
Con la parte principal de la tarta de queso fría ya terminada, sólo queda echarla sobre el molde desmontable para bizcochos (donde ya tendría que estar la galleta) y meterla en la nevera durante al menos seis horas para que se solidifique.
4: Añadimos la mermelada y decoramos
Con la tarta de queso ya fría sólo queda esparcir la mermelada por la parte de arriba y servirla. Si quieres evitar que se rompa, la mejor forma de hacerlo es con la tarta todavía en el molde. Al ser una tarta fría no necesitas echar mantequilla y es muy difícil que se pegue. Aún así, ten cuidado al abrirlo.
Si quieres darle un toque, puedes colocar unos cuantos arándanos y frambuesas por encima.