Ya os he contado alguna vez que la línea que separa una galleta perfectamente horneada y crujiente de una galleta excesivamente dura o quemada es muy delgada en lo que a tiempo se refiere, por eso, una vez están nuestras galletas listas es importante retirarlas de la bandeja donde las hemos horneado para evitar que el calor residual las siga cociendo y se acaben pasando.
Lo ideal es transferir las galletas nada más sacarlas del horno a una rejilla como la que veis en la imagen superior, que son unas rejillas apilables específicas para enfriar galletas, pero que si no tenéis tampoco pasa nada porque vamos a ver cómo enfriar galletas sin rejilla especial, bien haciendo uso de otras rejillas que es muy habitual tener en casa o recurriendo a algunos trucos que también funcionan para enfriar las galletas.
Cómo enfriar galletas sin usar rejilla especial
Lo más sencillo porque es algo que casi todos tenemos en casa es usar la propia rejilla de nuestro horno, por eso es importante que la saquemos del horno mientras estamos horneando las galletas para que cuando tengamos que ponerlas a enfriar la rejilla esté fría.
Si la rejilla de nuestro horno es completamente plana, basta con que la apoyemos sobre una bandeja o un plato grande para que circule el aire por debajo tal como veis en la foto inferior y ya podremos usarla para enfriar nuestros productos de repostería.
También nos servirían las rejillas que vienen dentro de los microondas con grill o cualquier parrilla de una barbacoa.
Cómo enfriar galletas sin usar rejilla de ningún tipo
Puede pasar que hayamos hecho un montón de galletas y no tengamos a mano suficientes rejillas para enfriarlas todas. En este caso hay unos cuantos trucos que funcionan:
- Palillos de brocheta, que se pueden poner unos cuantos sobre un plato hondo de manera que formen una rejilla en la que apoyar nuestras galletas.
- Palillos chinos, que colocaremos espaciados sobre la encimera formando una especie de rejilla en la que poner a enfriar nuestros postres.
- Papel de horno, si nuestras galletas no son excesivamente pesadas, podemos dejarlas enfriando en un trozo de papel de horno que habremos plegado en forma de acordeón, de manera que al estirarlo un poco quedarán una especie de rejilla para apoyar las galletas y que el aire circule bajo las mismas.
- Una bandeja de muffins al revés, si apoyamos las galletas entre dos cavidades contiguas, tendrán circulación de aire y se enfriarán como si estuvieran en una rejilla.
¿Conocéis algún truco más para enfriar galletas sin usar rejilla?