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La receta estrella de cualquier brunch es, sin duda, los huevos Benedict o huevos benedictinos. Si alguien no los conoce, estamos hablando de unos huevos pochados en agua, con la yema cremosa, coronados por una salsa holandesa y acompañados de beicon, de salmón o de espinacas si hablamos de huevos a la florentina. En principio, parece algo fácil de hacer, pero la realidad es que la salsa holandesa tiene sus secretos y el pochado del huevo también. Así que, para hacer huevos Benedict perfectos, esta receta que sigue los pasos del famoso cocinero británico Gordon Ramsay es infalible.
Gordon Ramsay sustituye el clásico beicon por jamón de Parma - que en España se podría cambiar por un jamón serrano de calidad - y elabora una salsa holandesa canónica cuyo mayor secreto es un profundo batido de las yemas al baño María. Él, después, termina la receta sobre los clásicos muffins ingleses y nosotros nos hemos permitido el lujo de cambiarlo por un buen mollete andaluz.
Empezando por los huevos poché, lo bueno es que se pueden hacer con antelación, dejar en agua fría y volver a sumergir en agua caliente un par de minutos antes de ser servidos. La clave para cocerlos será añadir una buena cantidad de vinagre al agua, remover el agua haciendo un remolino antes de añadirlos y hacerlo desde un vaso, nunca desde la propia cáscara del huevo. En el agua, ayudarles a que se hagan bola con la espumadera. Luego, será clave también secarlos muy bien antes de ponerlos sobre el jamón dorado.
Para la salsa holandesa, la mejor recomendación es un baño María a fuego suave, nunca excesivamente caliente y siempre fuera de contacto: el bol nunca tocará el agua que esté debajo. Añadir unas gotas de agua al final ayudará a estabilizar la mezcla y quedará perfectamente emulsionada.
Así hace Gordon Ramsay sus famosos Huevos Benedict
Ingredientes
Para la salsa holandesa
- Yemas de huevo, 3 u
- Mantequilla, 125 g
- Vinagre, 1/2 cucharada
- Sal, c/s
Para el resto
- Huevos camperos, 4 u
- Jamón de Parma o Serrano, 8 lonchas
- Muffin inglés o mollete, 4 u
- Sal, c/s
- Vinagre, 2 cucharadas
Paso 1
Preparar la salsa holandesa
Paso 2
Cocinar el jamón en la plancha
Paso 3
Cocer los huevos poché
Paso 4
Montar los huevos benedict
Paso 1
Lo primero será hacer la salsa holandesa. Para eso, derretir la mantequilla a fuego muy suave en un cacillo. No hace falta clarificarla, simplemente derretirla, pero que nunca hierva a borbotones. Por otro lado, separar las claras de las yemas y poner las yemas en un bol al baño María, que nunca toque el agua del cacillo y que el calor del baño María sea suave.
Paso 2
Empezar a batir las yemas a conciencia, se busca que blanqueen y se hinchen bien. Cuando estén medio batidas será el momento de añadir el vinagre y seguir batiendo a conciencia. Este proceso llevará unos 10 minutos aproximadamente, se puede hacer también con unas varillas eléctricas para ayudar en la tarea.
Paso 3
Siempre con el bol encima del agua, al baño María, y batiendo enérgicamente, será el momento de ir incorporando la mantequilla templada en hilo fino. Removiendo para que se integre por completo. Quedará una salsa cremosa y brillante. Por último, agregar las gotas de agua y poner a punto de sal y de pimienta negra si se desea, también se podría agregar unas gotas de zumo de limón. Mezclar siempre con las varillas y dejar la holandesa siempre encima del baño caliente para que no se corte. Removiendo de vez en cuando.
Paso 4
Con la holandesa ya hecha, dorar el jamón en una sartén a fuego medio por ambos lados hasta que quede crujiente. En una olla con abundante agua y dos cucharadas de vinagre poner a cocer el huevo, como haciendo un huevo poché. Lo ideal es volcar el huevo primero a una taza y luego al agua haciendo previamente un remolino. Dejar cocer a fuego suave durante 3 minutos.
Paso 6
Dorar el muffin o el mollete y poner por encima un chorrito de aceite de oliva, encima el jamón tostado, el huevo y regar con abundante salsa holandesa recién hecha.