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Matadme. Lo merezco. Esta tapa de calamares con gofres puede ir directos a la lista de guarrindongadas supremas de Robin Food, lo sé. Pero cuando se me ocurrió paseando por el supermercado lo vi claro. Si en Estados Unidos pueden hacer pollo frito con gofres y sirope de arce y tengo amigos que lo adoran, ¿por qué no una versión con calamares fritos? Así que me decidí y compré unos gofres que vi allí que tenían buena pinta y me llevé unos calamares ya limpios y troceados, para facilitar la tarea lo máximo posible.
La cuestión es que la combinación, por extraña que parezca, funciona de verdad. Y la próxima vez probaré a hacer los gofres caseros un poco menos dulces, quizás con algo de patata en su interior como los que sirven en Cañitas Maite en su versión de barra, para que el contraste no sea tan fuerte.
El resto de los ingredientes: un poco de burrata que había por casa para dar jugosidad al conjunto, también mayonesa japonesa, salsa okonomiyaki (que podéis sustituir por teriyaki si la encontráis más fácil) y unas algas crujientes troceadas o, si tuviéramos, un poco de furikake.
Lo único que tendréis que hacer de cocina, si compráis los gofres, es calentarlos y freír los calamares. Todo el resto es montaje puro y duro. Sí os aconsejo que dejéis os calamares en leche un poco para que se vuelvan más dulzones y también más tiernos, es un truco que emplean muchos cocineros que hacen calamares fritos.
Cómo hacer una tapa de calamares con gofres
Ingredientes
- Gofres, 4 ud
- Calamares troceados y limpios, 240 g
- Harina para freír, 150 g
- Aceite de oliva para freír, abundante
- Sal, c/s
- Leche, 300 ml
- Ketchup picante, 4 cucharaditas
- Salsa okonomiyaki o teriyaki, 4 cucharadas
- Alga nori crujiente o furikake, 4 cucharaditas
- Burrata o ricotta, 200 g
- Mayonesa, 4 cucharadas
Paso 1
Dejar los calamares en la leche. Pasar por harina y freír.
Paso 2
Dorar los gofres y colocar el queso y el ketchup en la base.
Paso 3
Montar los calamares encima y el resto de las salsas
Paso 4
Terminar con las algas.
Paso 1
Si los calamares no están troceados y limpios ya, hacerlo. Limpiarlos bien debajo del chorro del agua fría, quitarles los interiores y trocear. Tras este proceso, introducirlos en un bol con la leche y dejarlos en el frigorífico durante dos horas.
Paso 2
Escurrir muy bien los calamares de la leche y pasar poco a poco por la harina que habremos colocado en un bol o algún recipiente hondo. Poco a poco porque queremos que todas las partes del calamar se impregnen bien de la harina y estén sueltos.
Paso 3
Freír los calamares, también poco a poco, en abundante aceite a temperatura media-alta. Es importante que el aceite esté caliente antes de empezar a freír y que no echemos muchos calamares a la vez para que la temperatura no baje mucho. Si la temperatura baja, los calamares se empapuzan de aceite y quedan grasientos.
Paso 4
Cuando los calamares ya estén dorados retirar, con la ayuda de una espumadera o araña, a un plato con un papel de cocina para que se desprendan del exceso de grasa.
Paso 5
Calentar el gofre en una tostadora o en el horno o, en el caso de hacerlo casero, preparar el gofre antes de freír los calamares.
Paso 6
Disponer la burrata en la base del gofre, añadir un poco del kétchup picante y poner por encima una buena montaña de calamares. Si queremos también podemos agregar un poco de salsa okonomiyaki y de mayonesa en la base y, si no, sólo regarlos por encima con estas dos salsas.
Paso 7
Terminar nuestro gofre salado con las algas crujientes por encima (el típico snack de algas vale, desmenuzado) o con el furikake si disponemos de él. Si todavía queremos ir un paso más allá podríamos incorporar un poco de katsuobushi.