- Total: 1 h 50 min
- Comensales: 4
¿Cuánto partido le sacas a las conservas? Aunque en muchas ocasiones queden relegadas a momentos de disfrute en los que sólo se abre la lata y se consume, la conserva puede ser nuestra mejor aliada para resolver recetas en poco tiempo y con poco esfuerzo.
La despensa de cualquiera - cocinillas o no - debería estar siempre repleta de buenas latas y botes que nos hagan el avío en cualquier momento. Los espárragos blancos, por ejemplo, pueden rellenarse o pueden convertirse en unos espárragos blancos a la plancha con cecina. A partir de otro bote vegetal también se pueden hacer unos fantásticos puerros a la vinagreta o unas pochas con sepia y mejillones que, sólo contando con un buen fondo, apañen un guiso de cuchara en pocos minutos.
Las legumbres, como las pochas, son tremendamente versátiles en bote y ahorrarán tanto el remojo como la cocción posterior, tiempos realmente valiosos. ¿La favorita? Por el resultado, los garbanzos. Porque quedan en su punto pero no se llegan a romper como las demás. Con ellos se puede hacer desde un potaje de garbanzos y bacalao a un curry de garbanzos.
Quizás las que quedan más olvidadas son las latas de pescado y marisco, que parece que sólo sirven si son las de atún para hacer huevos rellenos o empanadillas, pero ya se ha visto que los huevos rellenos de sardina quedan también de maravilla. Lo cierto es que sus posibilidades son infinitas y sino que se lo digan a la lasaña de mejillones en escabeche con espinacas o al salpicón de berberechos de lata: los mariscos al natural pueden apañar un ceviche en dos minutos.
En España, el consumo de sardinas, sardinillas o relanzón en lata es bastante extendido y es que tanto para cualquier tosta o aperitivo quedan bien pero ¿y desmigadas y convertidas en otra cosa? De eso va la receta de hoy. Igual que en el paté de sardinillas y mejillones, en esta ocasión el uso será para elaborar unas maravillosas albóndigas de sardinas de lata que quedan tremendamente jugosas, con un sabor suave pero marcado a pescado y que se pueden regar, obviamente, con cualquier salsa.
Pero la salsa de tomate les va de maravilla. Pocos ingredientes para una receta que sorprenderá a todos y que podréis ir adaptando. También quedarían bien con una salsa tradicional, con una salsa de almendras, con una salsa de azafrán o con una salsa chimi-curry al estilo Doña Petrona.
Receta de albóndigas de sardinas
Ingredientes
- Sardinas o relanzón en aceite de oliva, 280 g
- Pan de molde, 3 rebanadas
- Pan rallado, 3 cucharadas
- Huevo, 1 ud
- Leche, 200 ml
- Diente de ajo, 1 ud
- Cilantro fresco, un puñadito
- Sal, c/s
- Harina, 150 g
- Aceite de oliva suave, abundante (para freír)
Para la salsa de tomate
- Tomate triturado tipo passata, 500 g
- Tomates mini pelados en lata, 250 g
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, al gusto
- Azúcar, una cucharadita
Paso 1
Poner el tomate a cocinar
Paso 2
Mezclar todos los ingredientes de las albóndigas
Paso 3
Dar forma a las albóndigas y freír
Paso 4
Terminar las albóndigas dentro de la salsa de tomate
Paso 1
Si se hace casera, lo más largo es preparar la salsa de tomate así que será el punto por el que empezar. Para ello, poner la passata (o el tomate triturado) en una sartén u olla baja y ancha junto con los tomatitos en lata, un poco de sal y las especias al gusto (orégano, tomillo y pimienta negra). Llevar a hervir y, cuando empiece a burbujear, bajar el fuego al mínimo, tapar y dejar cocinar durante 1 hora y 30 minutos. En el último momento, poner a punto de sal y, si se quiere, añadir un poco de azúcar.
Paso 2
Remojar las rebanadas de pan de molde en la leche. Pelar y picar el diente de ajo y picar finamente también el cilantro.
Paso 3
Mezclar las sardinillas bien escurridas de su aceite con el huevo, el pan rallado, el ajo picado y el cilantro picado. Añadir sal y también el pan de molde remojado que habrá absorbido toda la leche. Amalgamar hasta hacer una pasta manejable y cremosa. Dejar reposar en la nevera 15 minutos.
Paso 4
Formar las albóndigas y pasarlas, una a una, por la harina.
Paso 5
Calentar una sartén honda con abundante aceite hasta que esté bien caliente e ir friendo en él, poco a poco, las albóndigas hasta que estén bien doradas por fuera. El truco es que el aceite esté bien caliente para que las albóndigas se doren rápido pero no se queden resecas en su interior. Retirar con la ayuda de una espumadera del aceite y dejar reposar sobre un papel de cocina.
Paso 6
Cuando la salsa de tomate esté lista, introducir en ella las albóndigas, cubrirlas completamente y dejar que se cocinen a fuego mínimo durante 3 o 4 minutos para que cojan temperatura pero que no se queden secas. Servir con unas patatas fritas.