Hojaldre, levadura y mantequilla son los tres ingredientes encargados de hacer realidad la magia que se genera alrededor de un croissant. Un bollo con forma de media luna cuyo origen se atribuye a Francia, pero lo cierto es que nos lleva hasta Viena y esa madrugada en la que los panaderos de la ciudad estuvieron despiertos toda la noche con las manos en la masa y pudieron prevenir y preparar a la ciudad para el ataque otonomano a finales del siglo XVII. ¿Su peculiar forma? Una sátira a la bandera otomana, como sátira por haber vencido a las tropas musulmanas.
Batallas aparte, y aunque habría que esperar hasta 1863 para leer la palabra croissant en el diccionario francés Littré, lo cierto es que el origen de esta pieza clave de la repostería, trasciende fronteras y su internalización le ha llevado a ser versionado de mil y una maneras.
Por su textura crujiente, a la vez que esponjosa, por su aroma tostado y sabor a mantequilla, el croissant es objeto de deseo y más en concreto, el de Maison Kayser acabó siéndolo en 2022 para los madrileños, que en una encuesta conducida por redes sociales se pusieron de acuerdo para posicionar el de esta pastelería francesa como el primero. Aquí va su receta para que puedas rememorarlo:
"Para tener el croissant perfecto con un exterior crujiente, un interior alveolado y un intenso sabor a mantequilla, nuestra receta consta de dos partes imprescindibles: los ingredientes y la elaboración artesanal", señala María Fraile, jefa de pastelería en Maison Kayser. "Usamos ingredientes de primera calidad: nuestra masa madre, levadura de panadería, azúcar, harina, agua, sal y mantequilla" indica sobre la materia prima. "Respetamos la receta tradicional francesa que consiste en alternar capas de mantequilla con masa y que así tenga un exterior súper crujiente con un centro muy suave y ese sabor intenso" prosigue antes de continuar detallando los pasos que siguen en su obrador.
-Primero hacemos una masa lisa y homogénea y la dejamos reposar.
-Hacemos nuestras placas de mantequilla y las dejamos enfriar.
-Amasamos la masa dándole forma rectangular, ponemos la mantequilla en el borde de una mitad de la masa y la doblamos.
-Con un rodillo amasamos incorporando la mantequilla a la masa hasta tener un rectángulo fino.
-Doblamos el rectángulo en tres secciones: primer tercio hacia el centro y el último encima.
-Repetimos el amasado varias veces. Y dejamos reposar en frio esta masa.
-Un último amasado para tener el grosor adecuado y así poder cortar la masa en triángulos.
-Hacemos un pequeño corte en la base del triángulo y enrollamos la masa sobre sí misma teniendo cuidado de que la mantequilla no se funda
-Dejamos reposar nuestros croissants en frío ya en la bandeja de horno.
-Cuando están listos los bañamos de huevo batido y los horneamos durante aproximadamente 15 minutos a 170 grados.