Las ensaladas son para el verano. Y es que, si normalmente buscamos recetas fáciles y aptas para todos los públicos, esta es la clara representación de que se puede comer bien en casa sin ser un experto cocinillas ni pasar mucho rato en la cocina. Basta con cocer pasta y pasar unas verduras por la sartén.

Le daremos gracia agregándole un poco de queso al final que se puede sustituir siempre por unas bolitas mozzarella y un aliño con pimienta negra y orégano, y tendremos así lista una ensalada que nos aguantará días en la nevera en óptimas condiciones y es, además, perfecta para llevar de pícnic o a la playa.

La pasta ideal para este tipo de ensaladas es la corta, como puedan ser los macarrones o lacitos. En cuanto a las verduras, se pueden utilizar las que se tengan por casa; no hay que dejar de hacerla porque falte alguna, ni tampoco dudéis en incorporarle cualquier otra.

Además, se puede convertir en plato único agregándole cualquier tipo de proteína, como atún u otro pescado en lata, beicon, tofu o alguna carne vegetal para las versiones vegetarianas, incluso unos langostinos cocidos como la ensalada de pasta con brócoli y langostinos. 

Es tan adaptable a lo que se tenga por casa y admite tantas versiones, que incluso se puede sustituir la pasta, por cualquier bote de legumbres en conserva, garbanzos o alubias que tengáis por ahí como en la ensalada de alubias con vinagreta o la básica pero siempre resultona ensalada tunecina de garbanzos que, además de ahorrarnos el paso de cocer pasta, nos hará comer legumbre en verano, que siempre cuesta más.

Si no hiciese demasiado calor, las verduras también se podrían preparar en el horno, asándolas como la clásica ratatouille francesa. Si se quisiera disfrutar caliente este plato también se podría, simplemente mezclando las verduras con la pasta caliente, quizás algo más de tomate, y gratinándolo todo en el horno.

Ensalada de pasta con verduras asadas

Paso 1

Lo más lento será preparar las verduras así que será el punto de arranque. Para ello, lavarlas todas bien y secarlas. Pelar la cebolla y picarla en cuadrados gruesos. Picar también la berenjena y el calabacín en cuadrados de 1 centímetro aproximadamente. Hacer lo mismo con los tres tipos de pimiento, quitando el pedúnculo, las semillas interiores y también las venas de dentro primero. 

Paso 2

Disponer todo en la misma sartén, con el aceite de oliva a fuego fuerte y la sal. Y saltear a fuego vivo removiendo constantemente hasta que vemos que se empieza a ablandar ligeramente. Incorporar entonces la pasta de tomate y los condimentos, bajar el fuego y dejar cocinando unos diez minutos más hasta ver que está todo tierno. Agregar también el romero o las hierbas aromáticas que se desee.

Paso 3

Cocer los macarrones en abundante agua con sal, echarlos siempre cuando el agua esté ya hirviendo y dejar cocinar el tiempo que mande el paquete a fuego medio-suave, que mantenga el hervor pero que no sea muy fuerte. Cuando pase el tiempo, escurrir bien y regar con abundante agua fría para que se enfríen rápidamente.

Paso 4

Mezclar la pasta fría con las verduras ya frías y condimentar con un poco más de aceite, sal y el vinagre mezclando todo muy bien. Aquí se podrá añadir el queso que también se puede sustituir por dados de chorizo, por un queso fresco tipo burgos o feta o lo que cada uno desee. Podríamos agregar unas hojas de rúcula también. Conservar en la nevera hasta la hora de servir. 

Trucos o sugerencias

Esta pasta es perfecta también para extender en una fuente de horno, añadir queso para gratinar por encima y gratinar en el último momento justo antes de ser disfrutada caliente.