- Total: 30 min
- Comensales: 4
Puede resultar extraño pero cuando la probé me maravilló. La idea no es mía sino de Toni Romero, chef de Suculent (Barcelona), pero aquí la hemos acoplado para hacerla parecida a la ensaladilla de toda la vida y sólo sustituyendo la patata cocida por patatas paja.
Ingredientes
- Patatas paja, 50 g
- Atún en lata, 50 g
- Zanahoria, 1/4
- Judías verdes, 8
- Huevos, 2
- Mayonesa casera de aceite de oliva, 140 g
- Sal
Paso 1
Cocer los huevos en agua hirviendo durante 10 minutos. Pasar rápidamente a agua fría, pelar y picar muy finamente.
Paso 2
Cocer la zanahoria picada muy muy muy pequeñita hasta que esté bien tierna y cocer también las judías en agua hirviendo, cortadas en láminas finas, simplemente dos minutos. Enfriar en agua con hielo.
Paso 3
Mezclar la zanahoria con las judías, el atún, el huevo picado y la mahonesa. Añadir las patatas paja y poner a punto de sal hasta conseguir nuestro gusto.
Paso 4
Reposaremos durante 5 minutos nuestra ensaladilla de patatas paja y judías y serviremos acompañada de tostas de pan.
Paso 1
Cocer los huevos en agua hirviendo durante 10 minutos. Pasar rápidamente a agua fría, pelar y picar muy finamente.
Paso 2
Cocer la zanahoria picada muy muy muy pequeñita hasta que esté bien tierna y cocer también las judías en agua hirviendo, cortadas en láminas finas, simplemente dos minutos. Enfriar en agua con hielo.
Paso 3
Mezclar la zanahoria con las judías, el atún, el huevo picado y la mahonesa. Añadir las patatas paja y poner a punto de sal hasta conseguir nuestro gusto.
Paso 4
Reposaremos durante 5 minutos nuestra ensaladilla de patatas paja y judías y serviremos acompañada de tostas de pan.
¿Dónde surgió la idea?
Suculent es un restaurante de la zona del Raval en Barcelona, que ha ido viviendo varias etapas a lo largo de sus siete años de historia aunque siempre manteniendo la misma premisa: la cocina delicada, sabrosísima y original de Toni Romero que interpreta con muchísimo gusto los clásicos, dándoles un toque creativo digno de ser mencionado pero sin alejarse del cuidado al producto.
Suculent es una taberna gastronómica, un restaurante informal sin más pretensiones que la de sorprender con sus platos, ejecutados con magnificencia pero cercanía. Alta cocina del día a día sin encorsetamientos y con precios amables, de esos sitios que apuntar en esa “lista de pendientes” a los que acudir una vez se termine la cuarentena.
Además de dos menús degustación y de esta ensaladilla de patatas paja bien original que él acompaña también de unas láminas de ventresca de atún, en su carta hay platos como los espectaculares guisantes con ostra y panceta, unas deliciosas alcachofas con caldo de galeras y azafrán, la maravillosa calabaza asada con crema de queso parmesano y trufa o ese foie gras con jugo de café de París y tupinambo.