El verano es la temporada de muchas frutas y hortalizas, pero las altas temperaturas también pueden hacer que estas maduren muy rápido y tengamos que buscar recetas para darles salida.

Una de estas hortalizas es el tomate que ahora es cuando están mejor de sabor y de precio, pero si nos juntamos con unos cuantos tomates que han madurado hasta el punto de ponerse algo blanditos no tenemos que ponernos rápidamente a hacer salsa para aprovecharlos, aunque, sin duda, preparar salsa de tomate casera sería una gran solución.

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Según el chef José Andrés, conocido por ser el gran embajador de la cocina española en Estados Unidos y el impulsor de World Central Kitchen, la oenegé que lleva sus cocinas a cualquier sitio en el que sea necesario ayudar, lo mejor que puedes hacer con esos tomates que están demasiado maduros no es salsa ni gazpacho, es ¡un cóctel!, concretamente un Bloody Mary. Así lo ha explicado en su boletín Longer Tables.

[El prestigioso premio al chef José Andrés por su excelencia al trabajar el arroz]

Para hacer este cóctel no es necesario que los tomates sean bonitos, incluso se pueden utilizar los que están algo magullados que pueden comprarse mucho más baratos en el mercado. Por supuesto, también se puede hacer una versión no alcohólica del combinado prescindiendo del vodka.

Quién inventó el Bloody Mary

El origen de este famoso cóctel es, en realidad, una leyenda, puesto que son muchas las versiones que pueden encontrarse en la literatura. Hay varias teorías acerca de cómo se le atribuyó este nombre al cóctel y una de las más populares, que seguramente te suena haber leído, está relacionada con la Reina María I de Inglaterra, también conocida como María la Sanguinaria.

Durante su reinado en el siglo XVI, llevó a cabo una persecución de protestantes que resultó en numerosas ejecuciones y derramamiento de sangre. Se dice que el cóctel recibió el nombre Bloody Mary en referencia a la sanguinaria reputación de esta monarca británica.

Sin embargo, la versión más aceptada y documentada de la creación del Bloody Mary se remonta a los años 20 o 30 en el bar Harry's New York Bar en París o al King Cole Bar en el Hotel St. Regis en Nueva York. El bartender Fernand Petiot reclamó haber inventado la bebida en el bar de París, mientras que el King Cole Bar en Nueva York también afirma haber creado la receta. En cualquiera de los casos, el cóctel originalmente contenía vodka, jugo de tomate y una mezcla de especias y condimentos.

A lo largo de los años, la receta ha evolucionado y se han agregado ingredientes y variaciones para adaptarse a los gustos de diferentes regiones y personas. La incorporación de salsa picante, salsa Worcestershire, limón, sal y pimienta se ha vuelto común en muchas versiones del Bloody Mary.

Hoy en día, el Bloody Mary se sirve en bares y restaurantes de todo el mundo. Es especialmente popular como cóctel para el brunch - durante mucho tiempo fue considerado un buen remedio para aliviar los síntomas de la resaca, aunque, sin duda, hidratarse bebiendo agua sea más efectivo - y se ha convertido en una base sobre la que los mixólogos pueden dar rienda suelta a la imaginación, ya que se pueden agregar ingredientes adicionales como distintos encurtidos, especias y demás.

Paso 1

Ponemos los tomates pelados, el vodka (si lo usamos), las piparras, las alcaparras, la harissa, el zumo de limón, la salsa Worcestershire y la sal en un vaso de batidora y trituramos hasta tener una mezcla homogénea.

Paso 2

Probamos, rectificamos de sal si es necesario y colamos la mezcla.

Paso 3

Servimos en vasos con hielo y decoramos con las piparras restantes.