Actualmente hay un poco de “burbuja” con el gin&tonic. Ya pasó la tontuna del ron hace unos pocos años, y ahora mismo existe una “carrera armamentística” con la ginebra y la tónica. Ya no vale un Larios con Schweppes. Ahora hay que pedir ginebras y tónicas que no haya probado nadie, para ser cool. Supongo que todo pasará.

Pero hoy estoy de celebración, por temas que no vienen al caso. Y qué mejor forma de celebrar algo, cuando no se tiene cava, que ponerse una copa bonita.

Preparación

Dependiendo de lo afrutado o floral que sea la ginebra, podeis optar por meter las fresas (cortadas en mitades) en la ginebra durante 30 o 60 minutos antes de preparar la copa. Esto se recomienda especialmente para las ginebras más secas.

En una copa de balón colocamos abundante hielo, las fresas, un chorrito (equivalente a un chupito) de Campari. A continuación añadimos ginebra al gusto y la tónica. Es importante añadir la ginebra y la tónica suavemente. Así el Campari, al ser más denso, queda en la parte de abajo de la copa, y se va aclarando el color rojo hacia arriba.

Las proporciones de ginebra y tónica varían según a quién preguntes, pero a mi me gusta 1 parte de ginebra y 2 partes de tónica.

Resultado

El sabor amargo-dulzón del Campari complementa estupendamente al gin&tonic clásico. Las fresas dan un aroma entre frutal y ácido que rematan el aroma y sabor de la bebida.

Para disfrutar tranquilamente.