- Total: 35 min
- Comensales: 6
A veces cuesta ponerles nombre a las recetas y eso pasa con la receta de hoy, la textura, la forma de prepararla y varios de sus ingredientes coinciden con los del hummus tradicional, pero es que la palabra 'hummus' significa, literalmente, 'garbanzos'. Por eso, puede resultar un poco extraño utilizar ese nombre para llamar a una receta con zanahorias y lentejas que no lleva garbanzos, aunque, curiosamente, es la mejor palabra para definirla.
Con la mente puesta en esta pasta de garbanzos, tahini, zumo de limón, ajo y aceite de oliva virgen extra, típica del Mediterráneo y Oriente Medio y que parece ser que tuvo su origen en el Antiguo Egipto, nos aventuramos a preparar en casa una variante siguiendo la estela de otras que han llegado a convertirse en auténticos éxitos comerciales como el hummus de aguacate.
Aprovechando que el 3 de febrero es el Día de la Zanahoria, nuestro hummus se tiñe de naranja y se presenta como una receta muy fácil de preparar y que nos puede servir para picotear a la hora del aperitivo o para untarla en sándwiches y bocadillos y que queden más jugosos.
En esta ocasión, hemos asado las zanahorias en la air fryer, que es un electrodoméstico idóneo para asar este tipo de alimentos y es también la opción más cómoda cuando hay que hacerlo en pequeñas cantidades. Por supuesto, también podrían asarse en el horno e incluso aprovechar si encendemos este para otra cosa y, si nos cabe, poner una bandeja con las zanahorias para que se cocinen a la par. No hay problema en hacerlo con antelación, puesto que para nuestra receta de hummus usaremos las zanahorias asadas ya frías.
¿Qué nos aportan las zanahorias y las lentejas?
Según la Fundación Española de la Nutrición «la zanahoria contiene una cantidad apreciable de hidratos de carbono. Si bien el aspecto más destacable de este alimento desde el punto de vista nutricional es su contenido en vitamina A (una zanahoria de tamaño medio cubre el 89 % de las necesidades diarias de esta vitamina para hombres de 20 a 39 años y el 112 % para mujeres de la misma edad), y en concreto en carotenoides con actividad provitamínica A (que una vez en el organismo se transforman en vitamina A, la cual contribuye al mantenimiento de la visión, la piel y las mucosas en condiciones normales)».
«El más abundante es el β-caroteno (6.628 μg/100 g de porción comestible), seguido del α-caroteno (2.895 μg/100 g de porción comestible). En la zanahoria, existen, además, otros carotenoides sin esta actividad, como la luteína (288 μg/100 g de porción comestible), que se localiza en la retina y el cristalino del ojo. Otras vitaminas presentes en cantidades más discretas son la vitamina C —que en esta receta no se aprovecharía en absoluto, pues se destruye durante la cocción— y la vitamina B6. También contienen pequeñas cantidades de minerales como hierro, yodo y potasio».
Por otro lado, las lentejas «poseen un bajo contenido en grasa y alto contenido en proteínas de origen vegetal (deficitaria en metionina). El contenido de vitaminas destaca por la tiamina, niacina, folatos y vitamina B6».
«Una ración de lentejas cubre el 29 % de la ingesta recomendada de tiamina para un hombre de 20 o 39 años con actividad física moderada. También es importante su contenido en fibra —soluble e insoluble— (aunque en menor concentración que en otras leguminosas) lo que favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento. Las lentejas son fuente de hierro no hemo, magnesio, cinc, potasio, fósforo y selenio».
Cómo hacer hummus de zanahorias asadas y lentejas
Ingredientes
- Zanahorias, 200 g
- Lentejas cocidas, 250 g
- Ajo, 1 diente
- Tahini o crema de cacahuete sin azúcar, 2 cucharadas
- Zumo de 1/2 limón
- Comino molido, 1 cucharadita
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Sal
- Pimienta recién molida
- Semillas de sésamo
Paso 1
Asar las zanahorias
Paso 2
Triturar todo
Paso 3
Servir
Paso 1
El primer paso va a ser asar las zanahorias y es tan sencillo como lavarlas, raspar la piel o, si se prefiere, pelarlas con un pelador de verduras, meterlas en la freidora de aire precalentada a 200 ºC y dejarlas entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de las zanahorias. Tienen que quedar muy tiernas por dentro y tostadas por fuera.
Si las zanahorias fuesen muy, muy gruesas, se podrían asar durante más tiempo a 180 ºC y empezando el proceso de asado con las zanahorias envueltas en papel de aluminio que retiraríamos pasados unos 20 minutos. De esta manera, evitaremos que el exterior quede completamente carbonizado.
Paso 2
En el vaso de una batidora potente o de un procesador de alimentos ponemos las lentejas escurridas y las zanahorias asadas troceadas. Si por casualidad, al asar las zanahorias, alguna parte se hubiese tostado en exceso, es decir, estuviese quemada, retiraremos esa capa negra para que no nos deje sabores amargos no deseados.
Paso 3
Pelamos el diente de ajo, le retiramos el germen -así repetirá mucho menos- y añadimos también el tahini. Si no tuviésemos tahini podríamos poner en su lugar un par de cucharadas de crema de cacahuete que no tenga azúcar.
Paso 4
Finalmente, añadimos el zumo de medio limón, el comino molido y unos 45 ml de aceite de oliva virgen extra. Trituramos bien hasta conseguir una textura homogénea. Probamos y, si es necesario, rectificamos el punto de sal, aceite o limón.
Paso 5
Servimos el hummus de zanahorias asadas y lentejas en un cuenco, lo regamos con un hilillo de aceite de oliva virgen extra y terminamos con un poco de pimienta recién molida y unas semillas de sésamo. Podemos acompañarlo con pan de pita, que sería lo tradicional, o con picos, regañás, bastoncitos de verduras como zanahoria cruda o apio...