Preparación: 15 min Cocción: 45 min Dificultad: 1/5 Raciones: 6-8 Coste: ∼ 6 €
Ingredientes
- Bacon, 200 g
- Cebolla, 1
- Puerro, 1
- Masa brisa, 1 lámina (*)
- Queso tierno, 200 g
- Queso curado rallado, 2 cucharadas
- Queso azul, 1 o 2 cucharadas
- Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
- Nata líquida, 120 ml
- Huevos L, 3
- Sal
- Pimienta
- Para un molde de 24 cm de diámetro:
- (*) En este post os explicamos paso a paso cómo se prepara esta masa.
Llevaba con ganas de preparar una quiche Lorraine desde que el otro día vi a los concursantes de MasterChef preparar la suya. Como nunca había preparado una para el blog he optado por la versión más sencilla y más tradicional, que es con un relleno de bacon y cebolla que gusta a todo el mundo.
Es un plato muy fácil de preparar con el que, a mi modo de ver, se consigue en un solo mordisco lo mejor de una pizza, y lo mejor de una tortilla. Además tiene la ventaja de que, a diferencia de estas, las quiches también se puede comer a temperatura ambiente, por lo que son perfectas para cuando tenemos que cocinar con antelación.
Preparación de la Quiche Lorraine de bacon y cebolla paso a paso
Aunque el tiempo de cocción es algo más largo que el de una pizza, la dificultad es más o menos la misma, así que se trata de una receta muy fácil. Empezamos precalentando el horno a 180ºC.
Empezamos pelando el puerro y la cebolla y cortándolos en aros finos. Los ponemos a dorar en una sartén con el aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal -poca, que luego añadiremos el bacon y soltará la suya-. Rehogamos la cebolla y el puerro durante unos 5 minutos a fuego medio y añadimos el bacon. Dejamos que se cocine el conjunto hasta que la cebolla y el puerro estén dorados.
Mientras tanto cortamos el queso para tenerlo preparado y en un bol ponemos los huevos -aunque a juzgar por la foto no lo parezca, eran solo 3 huevos, pero dos salieron con dos yemas-, la nata, salpimentamos al gusto y batimos bien.
Aprovechamos también para ir colocando la masa brisa en el molde, para ello engrasamos un molde desmontable -el mío no lo es, así que le pongo un círculo de papel de horno en la base- y forramos el interior con la masa. Si el molde tiene el borde rizado, presionamos bien para que se quede bien marcado el dibujo en la masa.
Tapamos la masa con papel de horno y ponemos encima unos garbanzos o unas bolas de cerámica. Horneamos durante 15 minutos a 180ºC.
Para hornear nuestra quiche Lorraine, sacamos la masa brisa del horno, retiramos el papel de horno con las bolas, colocamos en el fondo el queso tierno y encima el sofrito de cebolla, puerro y bacon. Esparcimos el queso azul cortado en trocitos y bañamos todo con la mezcla de huevo y nata. Personalmente me gusta el contraste de texturas y de sabores, pero también se puede mezclar el queso azul con el huevo y la nata para que la mezcla sea más uniforme.
Horneamos durante 25-30 minutos a 180ºC hasta que la mezcla esté cuajada. Rallamos el queso curado, se lo ponemos por encima a la quiche Lorraine y la metemos en el horno otros 5 minutos.
Podemos servirla templada o a temperatura ambiente, que es como mejor se aprecian los sabores.
Resultado
Una receta sencilla que podemos preparar también usando otros rellenos como champiñones con jamón cocido, calabacín y queso de cabra, guisantes con jamón e incluso, con un poco de imaginación, prepararla como receta de aprovechamiento para dar salida a las verduras que lleven más tiempo por la nevera.