Preparación: 5 min      Dificultad: 1/5      Unidades: 12      Coste: < 2 €

Esta receta que os traemos hoy es otra prueba de ello, un aperitivo tan fácil que casi da vergüenza contarlo y que gustará a todos y resultará especialmente divertido para los más peques de la casa.

Si vais con prisa se puede hacer con pan de pita comprado, aunque si tenéis tiempo os recomiendo nuestra receta de pan de pita casero que es la que he utilizado yo, solo que a la mitad de la masa le añadí un poco de puré de espinacas que había sobrado de otra cosa, por eso algunos panes son verdosos.

Preparación de los Arbolitos de pan de pita

1. Abrimos el aguacate por la mitad a lo largo, retiramos el hueso y vaciamos la pulpa con ayuda de una cuchara sopera.
2. Mezclamos la pulpa de aguacate con la cucharada de zumo de lima o limón y salpimentamos al gusto.
3. Troceamos el pimiento rojo en dados pequeños y reservamos.
4. Calentamos el pan de pita en una sartén o, si os queréis ahorrar fregoteo, en una tostadora.
5. Cortamos los panes de pita en 6 porciones (lo más fácil es hacerlo con unas tijeras de cocina) e introducimos un palito de pretzel por lo que será la base del arbolito.
6. Untamos con una cucharadita de pulpa de aguacate y decoramos con trocitos de pimiento simulando una guirnalda.
7. Servimos inmediatamente… si es que llegan a la mesa.

Resultado

Como os comentábamos más arriba, admite variantes. Aunque personalmente me gusta el pimiento crudo por el toque crujiente que aporta, si lo preferís podéis utilizar pimiento rojo asado, pimiento del piquillo asado, trocitos de tomate o incluso hacer las “guirnaldas” con un hilo de salsa de tomate o con unos granos de granada que también le dan un toque interesante.

Aunque esta es la versión más rápida, también están muy buenos si se untan con este hummus de aguacate.

Si no encontráis los palitos de pretzel, se pueden utilizar palillos normales de madera o palitos de brocheta, pero entonces perderán la gracia de ser completamente comestibles. O también se pueden hacer los troncos con algún otro ingrediente comestible que os guste como unos bastoncitos de zanahoria.

En definitiva, un aperitivo fácil, de esos que visten las mesas de Navidad, que no requieren invertir mucho tiempo ni dinero en su preparación, que rompen con la rutina de los canapés clásicos de una base de pan con algo untado por encima y que serán como un imán para los más peques.

¿Os animáis a hacerlos?