Se acerca la noche de Halloween y como es tiempo de brujas, aquí os traemos dos simpáticas formas de preparar sus escobas: una versión dulce y otra salada. Así pues, tendremos un entrante y un postre de miedo.

Estas escobas son facilísimas y muy divertidas de hacer, por lo que será un momento ideal para compartir con los más pequeños de la casa, que nos podrán ayudar sin ningún problema. Bueno, atención con los más pequeños, a lo mejor no pueden utilizar el cuchillo ni las tijeras, pero seguro que nos pueden ayudar a montarlas y decorar la mesa …

Preparación de la Escoba salada

1. Cortamos las lonchas de queso por la mitad, salvo que queráis hacer unas súper escobas.
2. Cortamos flecos a la media loncha de queso, como si fuera una falda hawaiana, sin llegar al final.
3. Enrollamos el queso alrededor de un extremo del palito Pretzel.
4. Atamos “la faldita” con el cebollino y cortamos los extremos sobrantes.

Preparación de la Escoba dulce

1. Cortamos el regaliz en trozos de bocado, que serán la parte del cepillo de la escoba.
2. Siguiendo el dibujo enroscado del propio regaliz, cortamos tiritas finas con unas tijeras.
3. Introducimos el palito Mikado en el agujero del regaliz.

Resultado

Y ya tenemos listas unas deliciosas escobas ¡listas para volar! 😉

En el caso de las escobas saladas, si no encuentras palitos Pretzel puedes utilizar grisines, y si no tienes cebollino utiliza un trozo de hilo de cocina, que tendrás que quitar a la hora de comer.

En el caso de las escobas saladas, si no tienes palitos Mikado, quedarán muy bien unos palotes en su lugar.

Tiempo: 8-10 minutos cada tipo

Dificultad: 1/5

Digestión: 1/5

Precio: < 2 euro