Varitas de pescado, croquetas, calamares, sanjacobos, milanesas, cachopos... algo tienen los empanados y rebozados que nos encanta desde nuestra más tierna infancia. Da igual que no tengan fama de ser la comida más saludable del mundo, pero es pensar en esos deliciosos bocados crujientes para que empecemos a salivar.
Presente en la gastronomía de muchos países, desde la tempura y el tonkatsu japoneses a nuestro cachopo pasando por la cotoletta argentina o el schnitzel vienés. Distintas técnicas, pero con ingredientes comunes que son una fuente de gluten, lo que, en primera instancia, los convierte en pequeños placeres prohibidos para los celíacos.
Para solventar este contratiempo, en el mercado hay preparados sin gluten que sirven para tal fin, aunque su precio es más elevado que los equivalentes con gluten. En el artículo de hoy, os vamos a dar tres recetas para rebozar sin gluten con productos que no lo tienen, pero que no se publicitan como productos para rebozar, aunque con ellos se consiguen resultados fabulosos.
Calamares rebozados sin gluten
Un rebozado que va genial no solo para las anillas de calamar (o de pota), sino que también queda genial con varitas de pescado, pencas de acelga, aros de cebolla, bastones de calabacín o berenjena. Es el típico rebozado esponjoso y crujiente a la vez.
Además de ser un rebozado sin gluten, también es un rebozado sin huevo y es tan fácil como hacer una mezcla de harinas con agua. A esta mezcla de harinas, si se desea, se le podrían añadir especias al gusto.
Otra de las ventajas es que podemos hacer bastante cantidad de mezcla, guardarla en un bote como si de una sola harina se tratase y, cuando la queramos usar, simplemente mezclaremos agua en una proporción de 65 g de mezcla por cada 100 ml de agua.
Filetes de lomo con rebozado extracrujiente
Ligero y muy crujiente, este rebozado lo mismo puede ser un recurso de emergencia para cuando te apetece un rebozado y no tienes pan rallado en casa o, por lo que sea, tienes la necesidad de hacer un rebozado sin gluten. Lo único que vas a necesitar son unas cuantas tortitas dietéticas de maíz.
Eso sí, no caigas en la tentación de hacerlo con tortitas de arroz. Con estas últimas queda un rebozado aceitoso nada apetecible.
Sanjacobos crujientes de lomo al horno
Cuando nos gusta el sabor de las harinas tostaditas y la textura crujiente del rebozado, pero no soportamos la comida frita en aceite, aún nos queda la opción de cocinar nuestros rebozados en el horno o en una freidora de aire caliente.
Para estos sanjacobos sin gluten, no hemos usado ningún pan rallado especial para celíacos, sino unos simples copos de maíz sin azúcar, vamos los cereales del desayuno que toda la vida hemos conocido como 'corn flakes'. Simplemente hay que triturarlos, cosa que podemos hacer metiéndolos en una bolsa y rompiéndolos con las manos o dando unas pasadas con un rodillo de cocina si no queremos sacar la picadora.