El origen de la galette es, sin duda, las famosas crepes. Y, aunque estas sean famosas en todas partes de Francia, la primera como tal nació en la zona de la Bretaña francesa empleando harina de trigo sarraceno - que crecía bien en esa área al noroeste del país incluso en las tierras menos fértiles -  aunque bien se encuentran también elaboradas con harina de trigo normal o, como en este caso, incorporando un poco de harina de espelta; más o menos refinadas, según el capricho de cada uno.

En realidad las galettes se consideraban a la altura del pan y servían como acompañamiento hasta que a finales del siglo XIV comenzaron a rellenarse con todo tipo de ingredientes. Las posibilidades son infinitas pero lo que está claro es que la galette por excelencia es la que tiene en su interior jamón, queso y huevo. El típico sándwich mixto con huevo de España pero en versión francesa. 

Si nunca habéis hecho crepes, tendréis que saber que aquí hay sobre todo dos aspectos a valorar: la consistencia de la masa y el manejo y temperatura de la sartén a la hora de cocinar vuestras galettes. Una vez que cojáis el punto a estos dos aspectos podréis estar cómodos preparando cualquier tipo de receta relacionada como unas crepes de pimiento rellenas o unas crepes de manzana caramelizada y queso azul

Cómo hacer un crepe de jamón, queso y huevo o galette bretonne

Ingredientes

Para la masa de las crepes

  • Huevo, 1 ud
  • Harina de trigo sarraceno, 200 g
  • Harina de espelta, 130 g
  • Agua, 650 ml
  • Sal, una cucharadita
  • Aceite de oliva, 2 cucharadas
  • Huevos camperos, 8 ud
  • Queso rallado tipo havarti, emental o gouda, 300 g (aprox)
  • Jamón de york, 250 g (aprox)
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, c/s
  • Mantequilla, para hacer los crepes

Paso 1

Preparar la masa y dejar que repose.

Paso 2

Derretir la mantequilla y preparar los crepes.

Paso 3

Poner encima el huevo, el queso y el jamón.

Paso 4

Doblar los crepes formando un cuadrado

Paso 1

Lo primero que tendremos que hacer será la masa de nuestra galette bretonne. Para ello sólo habrá que poner todos los ingredientes en el mismo bol y mezclarlos bien: las harinas, la sal, el huevo, el aceite y el agua. Lo podréis mezclar con unas varillas o, para que quede más suave, con una batidora eléctrica con cuidado de no meter demasiado aire. Cuando la masa esté lista habrá que taparla con un film y dejarla reposar durante 2 horas para que el trigo se hidrate y absorba un poco el agua. 

Paso 2

Cuando la masa ya esté lista nos pondremos a cocinar los crepes. Tendremos que tener listo el queso rallado o troceado y el jamón también picado o troceado. 

Paso 3

Calentar la sartén y derretir en ella un poco de mantequilla, con la ayuda de un papel extenderla por toda la sartén (o crepera, mejor) y quitar el exceso. 

Paso 4

Con la sartén bien caliente disponer un cacillo de la masa, levantar la sartén del fuego y moverla para repartir la masa por toda la superficie. Si tenéis la herramienta para extender los crepes os será de mucha ayuda. Bajar el fuego a fuego suave y dejar que la crepe se cocine. 

Paso 5

Si queremos hacer solo las galettes propiamente dichas, es decir, sin el relleno, cuando veamos que salen burbujitas y cambia de color le daremos la vuelta con la ayuda de una espátula y la cocinaremos por la otra parte un minuto más. La retiraremos entonces a una bandeja y las iremos apilando una encima de la otra. 

Paso 6

Si, por el contrario, queremos hacer nuestra galette bretonne completa, cuando la masa ya cambie de color dispondremos el queso formando una especie de volcán. En el centro del volcán cascaremos el huevo y lo condimentaremos con sal y pimienta negra. Dejaremos que se vaya cocinando a fuego suave, podríamos tapar la sartén para aligerar el proceso. Pondremos también el jamón de York encima. 

Paso 7

Podremos hacer unas hendiduras en la masa para que la clara de huevo se cocine mejor. Cuando esté lista y con el queso derretido doblaremos los bordes hacia el centro, formando un cuadrado que deje la yema de huevo cremosa justo en el corazón. 

Trucos y consejos

Una opción perfectamente válida es cocinar el huevo a la plancha por separado y ponerlo encima del queso ya derretido con el jamón en el último momento justo antes de cerrar la galette.