Como muchos ya sabréis, llevo ya bastante tiempo viviendo en Londres. Estaréis de acuerdo conmigo en que ya va siendo hora de empezar a publicar recetas británicas, ¿no? Las galletas de jengibre fueron un pequeño aperitivo pero a partir de hoy nos dejamos de tonterías y empezamos con cosas más serias, como esta pedazo de patata de la foto, sí señor.

Las “jacket potatoes” o patatas con chaqueta se llaman así porque se cocinan y se comen con la piel. Son patatas asadas así que normalmente tardaríamos más de una hora en cocinarlas al horno. Como yo vivo con dos ingleses, me he beneficiado de su experiencia en cocina guiri y he aprendido a hacerlas en menos de media hora con excelentes resultados. ¿Queréis saber el truco? Pues seguid leyendo.

Preparación

Para empezar, precalentamos el horno a 220º. Lo siguiente es lavar muy bien las patatas (nos vamos a comer la piel). Las secamos y las metemos al microondas de 6 a 10 minutos, siendo 6 para una patata mediana y 10 para una muy muy grande. Yo hoy la voy a comer como acompañamiento de unas varitas de merluza, así que he elegido una no muy grande.

Las sacamos del microondas con un trapo o guante para no quemarnos y con un cuchillo afilado hacemos dos cortes en la parte de arriba formando una cruz, de mas o menos 1 cm de profundidad y hasta un poco menos de la mitad de cada lado.

Embadurnamos la patata en mantequilla (aceite también vale) y echamos un poco de sal por encima. Y la metemos en el horno 15 minutos.

Mientras se termina de hacer preparamos el relleno. Yo hoy he puesto en una sartén un poco de aceite, cebolla picada y una lata pequeña de maíz.

Sacamos la patata y la ponemos en el plato. Los cortes que hemos hecho en la parte de arriba se habrán expandido, y en ellos metemos un trozo de mantequilla que se deshará enseguida. Abrimos la patata con con mucho cuidado de no romperla del todo y la rellenamos. Ponemos queso por encima y el calor de la propia patata lo fundirá.

Resultado

Con este método se hacen muy bien porque el microondas las cocina rápido, pero al terminarlas de hacer en el horno cogen ese toque de patata asada crujiente que el microondas no consigue.

Una de tamaño mediano es un buen acompañamiento para unas croquetas, varitas de merluza o un filete de pollo a la plancha, y una más grande puede ser suficiente como plato principal (ver foto más abajo de una de chile con carne).

Y tú, ¿de qué las vas a rellenar?