Los huevos revueltos son una de las comidas que, a priori, son más sencillas de preparar, si bien no es tan sencillo hacerlos perfectamente. Afortunadamente, de la mano del cocinero checo Zdeněk Pohlreich, que tiene en su poder un Bib Gourmand de la Guía Michelin, podemos conocer una serie de trucos para conseguir el mejor resultado.
Lo primero que se debe hacer es añadirle mantequilla, con lo que se consigue darle una suavidad y cremosidad que el aceite no puede lograr. Antes de agregar los huevos, se debe derretir un poco de mantequilla en una sartén y agregar un poco al final de la elaboración.
Para conseguir unos huevos revueltos esponjosos, se aconseja también añadir leche, en una proporción de, más o menos, una cucharada de leche por cada dos huevos, con lo que se consigue una mayor cremosidad. De igual modo, es posible agregar especias como perejil, albahaca o cebollino, de forma que se consiga un toque distinto de sabor.
Más allá de los ingredientes ya mencionados, Pohlreich indica que en la elaboración es importante que los ingredientes se cocinen a fuego lento, además de remover constantemente.
Claves para unos huevos revueltos perfectos
Los huevos revueltos son uno de esos platos básicos que pueden ser perfectos para cualquier desayuno, comida o cena, además de tener la ventaja adicional de que se pueden adaptar a todo tipo de combinaciones. Sin embargo, a pesar de su sencillez, habitualmente se cometen graves errores a la hora de elaborarlos, motivos por los que conviene tener en cuenta una serie de claves básicas para conseguir la mejor elaboración:
- Utiliza buenos huevos: una de las primeras recomendaciones que hay que tener en cuenta es que es necesario utilizar unos buenos huevos, donde el ingrediente es clave para que la receta salga como se espera. La calidad del huevo es mucho más notable en un revuelto que, por ejemplo, en una tortilla de patatas o huevo cocido. Para ello conviene optar por huevos de categoría 0 o 1, de gallinas camperas o alimentada con pienso ecológico, pues ofrecerán el mejor resultado.
- No se debe batir los huevos en exceso: aunque hay quienes prefieren batir al máximo los huevos, muchos chefs prefieren batirlos poco. Por lo tanto, para conseguir el mejor resultado final, es preferible batir los huevos solo lo suficiente para que se mezclen bien la clara y la yema, con un tenedor en vez de con las varillas para evitar que se airee en exceso la mezcla.
- Utiliza una sartén antiadherente: muchas sartenes que se venden en la actualidad se venden como antiadherentes, pero algunas hacen que la comida se agarre más que en otras. Dado que se van a cocinar los huevos a fuego lento, no debería haber ningún problema, aunque siempre es mejor usar una buena sartén.
- Salpimentar los huevos antes de cocinar: otro consejo muy importante a la hora de preparar unos sabrosos huevos revueltos pasa por sazonar los huevos después de batirlos, justo antes de empezar a cocinarlos. Este es un paso mucho más importante de lo que se pueda pensar, pues de otra forma la sal hará que queden menos jugosos y sueltos, además de que no se repartirá de una manera homogénea por todo el plato.
- Utilizar mantequilla y no aceite: los huevos revueltos quedan mucho mejor si se usa mantequilla en lugar de aceite para su elaboración, pues se consigue agregar un toque lácteo que les sienta genial. En todo caso, no conviene excederse, pues es suficiente con agregar entre 15 y 30 gramos para cuatro huevos. Además, es muy importante cocinar los huevos con la mantequilla fundida, pero sin llegar a que adquiera un tono marrón.
- Retira la sartén del fuego a tiempo: uno de los mejores consejos para poder conseguir un resultado muy jugoso es retirar la sartén del fuego a tiempo, sobre todo si se cocina en vitrocerámica. Si se cocinan a fuego lento, pero se dejan sobre la fuente de calor, aunque esté apagada, se terminarán por hacer demasiado. Por lo tanto, es mejor retirarlos antes de que se acaben de hacer y que terminen de cocinarse con el calor residual de la sartén.
- Empieza a cocinar los huevos en frío: una técnica que aplica el conocido cocinero Gordon Ramsay pasa por verter los huevos y la mantequilla en una sartén u olla en frío, para luego encender el fuego y batirlos en el propio recipiente, mientras se cocinan. Ramsey pone el fuego alto y va retirando la olla en varias ocasiones, pero evitando que coja mucho calor y se detenga el proceso de cocción. Poco antes de que estén listos, los salpimenta y agrega un poco de crema agría, y nada más presentarlos, hace lo propio con un poco de cebollino picado.
- Sirve de forma inmediata: si se quiere disfrutar de unos huevos revueltos perfectos, es muy importante servirlos nada más que se hayan acabado de cocinar a fuego lento, ya que así se consumirán perfectamente jugosos. Si se deja reposar durante demasiado tiempo, el calor residual los va a cocinar en exceso y, además, se enfriará rápidamente.
- Remueve con un tenedor de madera: mientras se cocinan, los huevos se deben remover de manera constante para evitar que quede una tortilla, con partes cocinadas de una manera desigual. Para removerlos, lo más indicado es un tenedor de madera o unos palillos que hagan posible que los huevos se repartan y mezclen según se cocinan.