Para la mayoría de los humanos, el olor a café tostado resulta muy agradable. Para los mosquitos y otros insectos, en cambio, el café resulta tan poco apetecible como la criptonita para Supermán.
[5 cosas que no debes hacer con una cafetera de cápsulas]
Son numerosos los estudios que relatan el potencial de los residuos de la industria cafetera como insecticida para eliminar distintos tipos de mosquitos. La cafeína es tóxica para ellos. y no solo los ahuyenta, en un experimento llevado a cabo por científicos de Japón, Malasia y Qatar, publicado en la revista Parasites & Vectors en el año 2015 concluye que la presencia de extractos de café en posibles sitios de cría evita que las hembras pongan grandes cantidades de huevos. Además, la presencia de extracto de café induce a muchas hembras gestantes a retener la mayoría de sus huevos maduros dentro de los ovarios.
Este estudio también indicó un impacto perjudicial en el desarrollo embrionario del mosquito Ae. albopictus; los huevos que maduraron en ambientes con extracto de café fueron menos viables que sus semejantes que se mantuvieron en un ambiente húmedo con agua. Las conclusiones finales del estudio sugieren que el café y sus residuos utilizados para controlar los mosquitos pueden ser, además, una solución viable y racional para poner fin a los problemas de contaminación que generan dichos residuos si no se tratan debidamente.
Cómo ahuyentar los mosquitos en casa con el café usado
Este pequeño truco, que nos lo ha contado un maestro cafetero, es perfecto para utilizarlo con las cápsulas de café usadas, también puede utilizarse con los posos de un café que no sea de cápsulas, aunque necesitaremos algún utensilio adicional.
[6 maneras de reutilizar cápsulas de Nespresso]
La forma más sencilla es utilizar las cápsulas que son de aluminio y, por tanto, resisten el calor. Lo importante es que, cuando las vayamos a utilizar para este nuevo fin, se hayan secado por completo y no tengan rastro de humedad.
Lo siguiente que tenemos que hacer, cuando el café usado ya esté seco de nuevo, es retirar la cubierta de la cápsula, colocarla en un portavelas, un quemador de incienso o algo similar y, siempre con la debida precaución, prenderle fuego con ayuda de una cerilla o de un mechero para quemarlo como si fuera incienso. En pocos minutos la casa empezará a oler a café tostado y los mosquitos se lo pensarán dos veces antes de colarse por la puerta.
Si la cápsula es de plástico, tendremos que sacar de ésta el café una vez filtrado y seco. Si no usamos cápsulas, podemos vaciar el filtro de la cafetera sobre unas hojas de papel de periódico para que se sequen los posos, que es algo más engorroso, pero también nos permitirá secar más cantidad y, una vez secos, los podemos guardar en un bote en un lugar seco para ir utilizándolos poco a poco. Mientras se están secando, ya empezarán a cumplir con su función disuasoria.
Una vez que tengamos suficiente cantidad de posos de café secos, podemos ponerlos en alguna pequeña lata metálica, por ejemplo, la de una vela que se haya consumido y proceder a quemarlo igual que si estuviera dentro de una cápsula de aluminio.
Otros insectos que también detestan el café
Seguro que alguna vez habéis visto a alguna abuela esparciendo los posos del café por delante de la puerta de la casa. Esto, aparte de ser un ambiente hostil para los mosquitos, también lo es para otros insectos como las hormigas.
Una idea, para no tener que ir tirando posos del café por los rincones que, por muy efectivo que sea contra los insectos, no deja sensación de limpieza, es hacer pequeños saquitos de algún tejido poroso como el yute o la organza, guardar en ellos los posos del café secos y colocarlos en zonas estratégicas por donde pueden entrar las hormigas.
Truco Cocinillas
Si no eres consumidor habitual de café y quieres probar a ahuyentar a los mosquitos con posos de café, seguro que en cualquier bar o cafetería de tu barrio no tienen ningún inconveniente en darte una buena cantidad si se la pides.