En este pueblo cántabro se prepara el mejor dulce: tiene más de 100 años y no se conoce en el resto de España
Este dulce de hojaldre es típico de uno de los pueblos de Cantabria con mayor tradición repostera. Un postre cántabro con mucha historia y tradición cuyo sabor y textura crujientes lo convierten en el gran favorito.
11 abril, 2024 12:30Cantabria es uno de esos destinos predilectos para cualquier amante de la naturaleza, de los paisajes de costa y montaña, pero también para los auténticos amantes de la gastronomía y el dulce. Y es que, gracias precisamente a su situación geográfica, Cantabria cuenta con una amplia variedad de platos típicos, pero también de postres sabrosisimos y protagonizados por uno de los mejores hojaldres de España.
Un hojaldre cuyo secreto de su sabor y textura únicos, reside sobre todo en la calidad de la mantequilla que emplean, pero también en esas recetas tradicionales que han conseguido pasar de generación en generación.
Corbatas de Unquera, hojaldres de Torrelavega, pantortillas, palmeras de chocolate gigantes, palmeritas... En Cantabria hay cabida para toda clase de dulces con este ingrediente como base, pero uno de ellos es aún más especial y desconocido en el resto de España.
Esta vez, queremos hablarte de un dulce de hojaldre con más de cien años de historia, que cuenta con una forma muy especial y cuya elaboración es típica en uno de los pueblos más especiales de Cantabria. Hablamos en este caso, de los sacristanes de Liérganes.
Qué son los sacristanes y cuál es su origen
Los sacristanes son un auténtico manjar de hojaldre y alargado con forma de lazos y muy arraigado en las tradiciones culinarias de Cantabria. De hecho, no es un dulce muy conocido en el resto de España. Su esencia la encontramos en una exquisita masa de hojaldre, que le otorga una textura ligera y delicada a este tipo de dulce azucarado.
En cuanto a tu origen e historia de su particular nombre, este procede de los bastones emblemáticos de los sacristanes, todo a través de un tributo a su forma distintiva. Su origen también se remonta por supuesto, al genio culinario francés del siglo XIX, Marie-Antoine Carême, quien dio vida a la masa de hojaldre que lo sustenta y que da forma a la mayor parte de dulces cántabros.
Aunque según cuenta la leyenda, la receta era de los belgas que fueron a trabajar a la fábrica de cañones de la villa por lo que podría ser incluso anterior a ese siglo.
Las particularidades del sacristán varían de un rincón cántabro a otro. En algunas regiones, se confecciona con una amalgama de hojaldre, azúcar, sal y manteca, mientras que en otras, cuenta con una mezcla de crema de leche y azúcar.
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Destacando en la panadería tradicional de Cantabria, el sacristán es original del pueblo cántabro de Liérganes. Una villa de esas que merece una visita por su belleza, pero también por ese gran legado repostero que tiene a través de dulces como este. Y es que, allí se moldea con hojaldre de mantequilla pura y azúcar de una forma única y creando un sabor y texturas irresistibles.
Receta de los sacristanes de Cantabria
Un dulce que ha conseguido conquistar a los paladares más golosos durante generaciones gracias a ese irresesistible sabor con matices de mantequilla artesana y azúcar.
A continuación te detallamos paso a paso y por ingredientes todo lo que necesitas para poder recrear este dulce típico de Liérganes en tu casa. Aún así, no olvides que el sabor más auténtico podrás encontrarlo en las pastelerías más tradicionales de Cantabria, como la conocida pastelería Rego de Liérganes.
Una de esas paradas obligatorias si visitas Cantabria y quieres disfrutar de los mejores dulces y el hojaldre más delicioso.
Ingredientes para unos 22 sacristanes:
- 275 g de harina de trigo
- 125 g de mantequilla
- 100 ml de cerveza
- Una pizca de sal
- Azúcar
Elaboración:
- Echa la harina de trigo en el bol y la pizca de sal.
- Añade la mantequilla, un poco derretida y vierte la cerveza.
- Mezcla los ingredientes con ayuda de una paleta y hasta que consigas una masa compacta que puedas trabajar y moldear con las manos.
- Después, echa la masa sobre la encimera o una superficie plana y previamente espolvoreada con harina.
- Amasa un par de minutos la masa hasta que quede homogénea, lisa y elástica como en el vídeo.
- Extiende la masa con ayuda de un rodillo, forma un rectángulo y que aproximadamente tenga 1 cm de grosor. Después, corta los bordes para que quede cuadrada.
- Corta la masa en tiras de 2 cm de ancho y unos 18 cm de largo.
- Reboza la tira de masa en azúcar y retuércela para formar las espirales típicas de los sacristanes.
- Después, vete colocando estas espirales sobre una bandeja de horno previamente cubierta con papel vegetal.
- Cuando tengas todas las espirales colocadas en la bandeja, precalienta el horno a 180ºC y después introdúcelas. Hornea durante unos 23 o 25 minutos a 180ºC con modo arriba y abajo.
- Una vez haya pasado el tiempo y tengan los bordes dorados, sácalos del horno y deja que enfríen y endurezcan.
¿A qué esperas para probar esta delicia dulce cántabra?