La cena ligera y lista en pocos minutos que es una de las favoritas de una chef con siete estrellas Michelin

Siempre que tengas huevos en la nevera, estarás de enhorabuena. Tanto si te gustan fritos con puntilla, como a José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, o escalfados sobre una tostada, de cualquier forma son una buena fuente de proteínas. Sin embargo, la tortilla francesa es esa receta que por lo sencilla, rápida y reconfortante que resulta, acaba siendo la opción favorita a la hora de preparar la cena. Además de ligera, ya que una hecha a partir de dos huevos solo ronda las 160 kcal. 

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Este clásico de las noches de diario es una opción socorrida para los más perezosos que tampoco exige que seas todo un 'cocinillas' para llevarte algo al plato. Lo suyo es dar con una textura delicada, tierna y jugosa, pero esta tarea —que en numerosas ediciones de Masterchef ha sido uno de los retos iniciales—, aunque esconde algún truco, no resulta sencilla.  

Excepto si eres una cocinera que ha tenido en su poder hasta siete estrellas Michelin, como es Carme Ruscalleda. La catalana, que estuvo durante años al frente del restaurante Sant Pau en San Pol de Mar (Barcelona) y mantiene en la actualidad tres de esos siete reconocimientos, fue la invitada del último programa del podcast gastronómico La Picaeta y no dudó en contar cómo la prepara ella. 

Carme Ruscalleda durante la grabación del último episodio del podcast La Picaeta.

Javier Cirujeda y Adrián Alcaide —a quien la DANA le impidió asistir a la grabación de este último episodio— acostumbran a preguntar a sus invitados, al comienzo de cada entrevista, que han cenado la noche anterior, y Ruscalleda no fue una excepción. Ya que la chef de Sant Pau había tenido una comida muy contundente, su cena fue ligera. "La comida fueron canelones de 'rustido', ensalada, castañas asadas y hasta incluso una cosa pastelería. A mí me gusta cenar ligero, los domingos compramos un pan bueno, al que le untamos tomate y, a caballo del pan, una tortilla a la francesa" ha confesado. 

"Lo encuentro tan divino, son cenas ligeras que sientan bien y con las que dormirás evidentemente de primera". Incluso le gusta también prepararla de otro modo, que ella llama a la inversa: "Hay que tomar dos huevos, el trozo de pan más pequeño, empapado en tomate, incluso sin la corteza, con algo de aceite y pan. Lo pones en la sartén, pones en el centro el pan remojado y lo cierras. Cuando cortas la tortilla dentro está el pan 'tumaca'. Muy bueno y rico, aunque ayer lo hice a la clásica".

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