Con el estallido de fuegos artificiales y el vibrante color rojo que adorna calles y hogares, el Año Nuevo Chino da la bienvenida a millones de personas en todo el mundo. Esta festividad milenaria marca también el incio del Año Nuevo Lunar, trayendo consigo una explosión de tradiciones, gastronomía emblemática y simbolismo auspicioso. Lo cierto es que, aunque la cocina procedente de estos países se ha españolizado en muchos locales que la defienden, hay otros que mantiene su esencia intacta y proponen estos días algunas formas de disfrutarla para inaugurar el Año del Dragón.  

Asian Army

A la hora transportarse a las calles del Sudeste Asiático pocos lugares lo consiguen mejor que el cuartel de Izzy y Stuart del que brota picante (siempre con medida) y te recibe siempre una sonrisa. Con la misma que te irás después de probar cualquier plato de su carta que le cede protagonismo a Vietnam, Malasia, Indonesia (país de origen de la chef) o Tailandia. A respetar la tradición les ganan pocos, desde sus recetas a las fiestas con las que se consagran, por eso este año vuelven a presentar su menú.

La ensalada de la prosperidad es un básico para empezar la fiesta, con salmón, pomelo, zanahoria y mango verde rallado, sésamo y sus condimentos. También incluyen unos sabrosos tallarines 'de la longevidad', dumplings y una rica panceta que hacen estofada, entre otras cosas. Además, se puede probar su nueva cerveza, que ha hecho en colaboración con los chicos de Península.

Biang biang

Este sábado 10 de febrero dio comienzo el Año del Dragón, y para celebrarlo  Biáng Biáng Bar, ha creado un menú especial viajando a su China natal para coger inspiración en tradiciones y recetas de varias ciudades.

El menú estará disponible hasta el 26 de febrero y consta de cuatro entrantes, cuatro tipos de noodles, un postre y, como novedad, un licor con los que recorrer diferentes ciudades de China de las que toman su nombre estos platos. Sus alitas de pollo o los callos fritos con brotes de soja llevan hasta Xi'an, mientras que las gyozas caseras rellenas de yema de erizo de marz, con cerdo y puerro chino son un billete de ida hasta Tsngidao.

Sus tallarines llegan en grandes bols y son ideales también para compartir si se opta por probar más de una variedad, los auténticos Biang Biang con cerdo, puerro chino, patata, zanahoria, tomate y un toque de chile casero son los más solicitados, hasta Yangzho viajan los que llevan pato confitado a la pimientra negra, otra sugerencia con la que acertar de la carta. 

El toque dulce lo pone el helado estilo chino con flor de laurel y para brindar por el Año del Dragón que acaba de comenzar un licor de arroz de flor de laurel y panal de miel, traído directamente desde China y con un sabor muy característico. 

Xiaolongkan

Cuando se trata de rendirse ante la tradicional olla china uno de los lugares de peregrinación en la capital suele ser Xiaolongkan. Está presente en más de 10 países y con más de 800 locales en China, al de la calle Maestro Arbós, 3 de Legazpi en Madrid se acaba de sumar uno nuevo en Argüelles.

Hay más novedades, las trae su carta. Han sumado una combinación más de caldos a su propuesta. Como alternativa a su olla de tres tipos de caldo ahora se puede optar por la olla que incluye dos sabores que pueden ser setas o carne. Además, acaban de incluir nuevos ingredientes a su carta: sangre de pato, intestinos de oca, aorta de cerdo, raíz de flor de loto, hongo de bambú, verdura dong gua, librillo de vaca, callos, tendón de ternera, mollejas de pato, hígado de res, ancas de rana… un menú para retar a paladares occidentales. 

Estos se suman al ya sin fin de ingredientes que compone su carta y que resultan más familiares como las verduras, langostinos, calamar, ternera, diferentes cortes de angus, chipirones, setas, rape, churrasco…y otra novedad: las albóndigas de gamba que se sueltan a la olla para que se hagan en el momento con una manga pastelera. La diversión está servida para preparar los bols de tallarines cada uno a su gusto. 

El procedimiento es sencillo:

• Se elige primero el caldo,
• Se eligen los ingrendientes
• Se cocinan en la olla según el tiempo indicado en la carta 
• No olvidarse de escoger la salsa, con dos bases, de sésamo o cacahuete, que se combinan con una gran selección de toppings.