El fin de semana en el que Bruselas se convierte en una barra de bar gigante, llega el Belgian Beer Weekend
Bélgica es una de las cunas de la cerveza y, durante el primer fin de semana de septiembre, su capital será el destino soñado por los amantes de esta bebida.
25 agosto, 2023 01:37En Bélgica, la tradición cervecera forma parte de su patrimonio cultural vivo y su reputación es conocida en el mundo entero desde hace cientos de años. Además, el auge de la producción artesanal de los últimos años ha calado con fuerza en la capital bruselense y se ha convertido en toda una religión.
Para celebrar esta tradición, la capital del país, Bruselas, acoge del 1 al 3 de septiembre el Belgian Beer Weekend, o, lo que es lo mismo, el fin de semana de la cerveza, una cita ineludible para los verdaderos aficionados a esta bebida.
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Durante tres días, la emblemática Grand Place de Bruselas se convierte en una barra de bar gigante, donde más de 50 cervecerías ofrecen más de 500 cervezas diferentes, con una amplia gama de sabores de lo más notable, creadas a partir de procesos de fermentación muy variados.
Además de los diferentes puestos de cerveza, existe una programación adicional de actividades, con desfiles de cerveceros, desfiles de cofradías cerveceras, música en directo… que generan el ambiente más original y auténtico.
Belgian Beer Weekend se celebró por primera vez en 1998, con el objetivo de resaltar el patrimonio excepcional de la cerveza belga, y hoy en día es ya un inmenso orgullo para todos los habitantes del país y la mejor forma de descubrir la arraigada tradición.
La escuela cervecera belga
En Bélgica, nos adentramos en una cultura cervecera con siglos de historia y una amplia gama de estilos. Bélgica es conocida por su enfoque innovador en la elaboración de cervezas, con una gran diversidad de levaduras y fermentaciones. Aquí, los monjes han sido una parte fundamental en la tradición cervecera, elaborando cervezas trapenses famosas, como la Westvleteren y la Orval.
Además de las trapenses, Bélgica es famosa por las cervezas de abadía y los estilos únicos, como las cervezas lambic, que se fermentan con levaduras silvestres y se añejan en barricas de madera, dando como resultado cervezas ácidas y complejas como la gueuze y la kriek.
En la capital, Bélgica, se encuentra el Museo de la Cerveza Belga, visita obligatoria para conocer la historia de esta bebida en una de sus cunas más emblemáticas.
Un poco de gastronomía belga
Para calmar el apetito durante el Belgian Beer Week y, de paso, aprender sobre la gastronomía bruselense, nada mejor que disfrutar de unos moules-frites, mejillones cocidos con patatas fritas que se acompañan de variedad de salsas como la andalouse.
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El guiso belga por excelencia es la carbonada flamanda que se hace con carne de ternera, cerveza belga, cebolla, mostaza y especias. También es popular el waterzooi, un guiso hecho con pollo y verduras que se sirve con pan de centeno.
Los amantes de los dulces en Bélgica no pueden perderse los gofres bruselenses, más ligeros y crujientes que los de Lieja, que son más densos y azucarados. Los gofres belgas son más que una simple golosina; son una institución culinaria. Con su textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro, son un lienzo en blanco para una infinidad de coberturas y acompañamientos. Desde frutas frescas hasta crema batida y chocolate derretido, cada bocado es una explosión de sabor y textura.
Y, por supuesto, sus famosos chocolates. Los belgas han perfeccionado el arte de hacer chocolate hasta convertirlo en una pasión nacional. Chocolaterías de renombre mundial, como Neuhaus y Godiva, llenan las calles con su irresistible aroma. Los maestros chocolateros belgas se enorgullecen de usar solo los ingredientes más finos para crear obras maestras chocolateadas que hacen la boca agua. Desde trufas hasta pralinés, la diversidad y el refinamiento de los sabores son incomparables.