El restaurante Abya abrió el pasado invierno en un entorno privilegiado: el histórico Palacio de Saldaña de Madrid (Calle Ortega y Gasset, 32), de estilo francés, antigua residencia de los marqueses de Hijosa de Álava. El establecimiento es amplio, con un espacio de más de 1000 m2, y en su corta existencia ya se ha convertido en todo un referente del ocio y la gastronomía en la capital.
Este agosto el local ha decidido introducir nuevos platos a su carta para continuar conectando diferentes gastronomías del mundo con Latinoamérica, creando recetas universales y refrescantes. La propuesta culinaria corre a cargo del prestigioso chef Aurelio Morales (Alcalá de Henares, 40 años), formado en las cocinas de elBulli, Echaurren o Cebo. Con este último proyecto ganó una estrella Michelin y a lo largo de su trayectoria profesional también ha sido premiado con dos soles Repsol, entre otros galardones.
Así pues, Morales incorpora al menú El Cebiche, un plato elaborado con guisante lágrima baby del Maresme y quisquilla de Motril con vinagreta de sus huevas. Sólo estará disponible hasta finales de agosto, ya que este tipo de guisante es uno de los productos más exclusivos empleados en gastronomía porque únicamente se produce dos veces al año, lo que le ha llevado a ser conocido con el nombre de "caviar vegetal".
Otra de las nuevas propuestas de Abya son los Linguini con salsa Alfredo's y guiso de txangurro, una pasta fresca al dente cocinada en una salsa de queso payoyo y Jerez muy cremosa que se finaliza con un guiso de txangurro, portobelo laminado y nuez de macadamia. Entre las novedades también destaca el Taco de solomillo de Angus a la brasa, elaborado con Angus escocés macerado doce horas en un majado de hierbas levemente picante; así como el pargo del Atlántico, también preparado a la brasa.
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El espacio del restaurante Abya fue ideado por el empresario y propietario del local Manuel González y está dividido en tres plantas conectadas entre sí. Cada una de ellas ofrece diversas experiencias gastronómicas firmadas por Aurelio Morales. Por una parte, la planta baja está abierta a cualquier hora del día y ofrece una cocina non-stop y dos barras donde se unen coctelería, música y arte. La primera planta es el lugar por excelencia para el hedonismo gastronómico, presidida por amplios ventanales y decorada con grandes cuadros, donde el paladar del comensal es el protagonista.
Por último, la segunda planta es el lugar más íntimo, reservado para encuentros privados y donde tienen lugar las sorpresas gastronómicas. La excelente decoración de Abya también corre a cargo de Manuel González, junto a la interiorista Paulina Morán y otros decoradores. Además, si eres un enamorado o enamorada del arte, Abya atesora entre sus paredes más de 100 obras de artistas como Vladimir Cora, Amador Montes, César Lope Negrete, Miguel Milló o Paola Martínez.