Madrid se ha convertido en uno de los destinos más interesantes en lo que a gastronomía se refiere. Su efervescencia comenzó hace un par de años y nada parece pararla. A los templos que se alzaron en su día y se han consagrado con el tiempo se añaden nuevos proyectos que son un invite a la buena cocina, el goce y el hedonismo, y eso tiene un precio. Eso es lo que ocurre en el dos estrellas Michelin, Coque Madrid, una de esas casas que forman parte del ADN no sólo de la ciudad, sino de España, y que desde finales de noviembre ha subido el precio de su menú degustación: ahora cuesta 340 euros sin maridaje.
En sus mesas se han tejido historias alrededor de un irreprochable cochinillo, se han bebido los mejores vinos custodiados en su bodega y gozado del danzar de un servicio que llena la sala. Tres pilares que han convertido a Coque Madrid en lo que es y todo posible a un trío de ases compuesto por Mario, Rafa y Diego Sandoval; tres hermanos entregados a la cocina, la bodega y la sala respectivamente.
En Coque, con sello Relais & Chateaux, ubicado en el número 11 de Marqués de Riscal hasta unas semanas antes de que finalizara el año se comía por 290 euros por persona, si se optaba por el maridaje había que sumarle 160 euros más. Y el maridaje es una sugerencia a considerar, teniendo en cuenta que su bodega es de las preciadas del país, atesora más de 3.200 referencias (aunque en octubre sufrió el robo de 132 botellas, valorado en 200.000 euros).
Ahora disfrutar de esta experiencia asciende a los 340 euros, sin maridaje, con él la visita se pone en 500 redondos euros. Si se opta por la alternativa vegana de la que dispone serían 240 euros, 400 euros la experiencia total.
El aumento del precio del menú se debe, entre otras cosas a la apuesta por el mejor producto: "caviar, angulas, guisante lagrima, trufa blanca, carabinero, cangrejo real, erizo, atún, cochinillo, perdiz, liebre, chocolates..." comenta Mario Sandoval, justificando los 140€ que se van "solamente en materia prima por persona". Pero también "hay que añadir el coste de personal, los costes fijos, variables, el alquiler, los seguros sociales, los impuestos", apunta el chef.
Su actual menú ERA es una vuelta al origen, a la despensa que nace del interior de nuestro país, “es un menú que mira y quiere hacer mirar hacia la España vaciada. Espacio vacío y punto de encuentro al mismo tiempo, “Las Eras” simbolizan una parte de nuestro país que quiere ser atendida como se merece”.
Más de trece pases sincronizados con varias secuencias en cada uno de ellos que se vertebran a través de las estancias del restaurante, pasando por el bar, la bodega, la sacristía, la cocina y terminando en la sala.
Para sentarse a la mesa de esta casa con dos estrellas Michelin y un sol Repsol es necesario reservar. A través de su sistema de reservas se realiza el pago de una parte del menú, que es descontada a la hora de pagar con la cuenta final.