No importa lo mucho que nos lo repitan los médicos o los medios de comunicación, seguimos sin comer las cinco raciones de fruta al día que se recomiendan. Y el problema no está sólo entre los adultos, también es habitual entre los niños. Sin embargo, no tenemos ningún problema en alimentarnos con preparados y bollería industrial.
Puede parecer una tontería, pero las frutas aportan vitaminas y nutrientes necesarios para llevar una vida saludable mientras que la comida procesada y bollería industrial cuenta con grasas saturadas e ingredientes tan poco saludables como el aceite de palma.
Las golosinas de la naturaleza
Con el objetivo de solucionar este problema la agencia Scholz & Friends de Berlín (Alemania) se ha lanzado a crear estos envoltorios de papel biodegradable que intentan convertir las frutas en golosinas. Su objetivo es bastante simple: hacer que frutas como la manzana, la naranja, el caqui, el higo o la ciruela resulten más atractivos para niños y adultos.
La idea de denominar a las frutas “la golosina de la naturaleza” no es nueva, sin embargo la ejecución es de lo más original. Para ello, además de embalarse como si de un caramelo se tratara, el papel cuenta con colores vivos y dibujos llamativos de la fruta en cuestión. Asimismo, cada hoja incluye un gráfico que explica de forma visual las vitaminas y nutrientes de cada pieza de fruta.
No es la opción más ecológica que existe pero al menos no contamina tanto como los recipientes de plástico en los que se vende fruta preparada en muchos supermercados. Además, en el caso de las naranjas, no sería la primera vez que se cubre la fruta con papel.
Por el momento el embalaje se ha puesto a prueba en la tienda delicatessen alemana Von und zu Tisch y los resultados parecen prometedores. Según Packaging of the world, convertir las frutas en golosinas ha hecho que las ventas casi se dupliquen. Para que luego digan que no comemos con los ojos.