Con tanto programa de cocina como Top Chef o Masterchef, cada vez nos resultan más familiares ingredientes que tradicionalmente no han tenido presencia en nuestra cocina, como es el caso del tamarindo, el fruto del arbol del mismo nombre que es muy apreciado en la cocina asiática y en la cocina de muchos países latinoamericanos.

El fruto del tamarindo, que lo podéis ver en las fotos que ilustran el post, tiene una vaina rígida y, en su interior, se encuentra la pulpa rodeada de unos hilillos que hay que retirar. La pulpa a su vez envuelve una serie de huesos del tamaño de huesos de aceitunas.

Propiedades del tamarindo

  • La pulpa de tamarindo, además de contener azúcares que nos aportan energía, contiene también ácido acético (controla algunas infecciones ocasionadas por hongos) y tartárico (que ayuda a asimilar alimentos ricos en grasas).
  • Contiene fósforo, azufre, calcio y magnesio.
  • Tiene un alto contenido de vitaminas como la C, A y vitamina B3, así como fibra.
  • Se recomienda para combatir dolores de cabeza, resfriados, tos, vómitos y hemorroides.
  • Es muy buen remedio contra la resaca ya que ayuda a evitar la deshidratación. Esta propiedad hace que sea también un alimento recomendado para sitios donde hace calor.
  • Es muy eficaz como laxante.
  • En algunas culturas,sus hojas se utilizaban como antipiréticos para bajar las fiebres causadas por la malaria.
  • Relacionado con su capacidad como antipirético, también es un alimento refrescante en el sentido de que ayuda a mantener el cuerpo fresco, por lo que es un alimento muy consumido en zonas en las que hace mucho calor.

¿En qué tipo de recetas se puede utilizar la pulpa de tamarindo?

La pulpa de tamarindo puede ser ácida cuando el fruto está verde o, mucho más dulce, cuando está maduro, pero aún en este momento conserva ciertos matices ácidos, por lo que es habitual encontrarlo tanto en recetas dulces como saladas.

Tamarindo

Su uso está muy extendido en Asia y Latinoamérica, por lo que es común encontrarlos en tiendas donde venden productos que proceden de estos continentes. Aunque cada vez es más común encontrar los frutos (yo los encuentro en un establecimiento de mi ciudad que pertenece a una cadena de supermercados locales), lo más común es encontrarlo en pasta, es decir, la pulpa sin huesos y más o menos diluida en agua. Si optamos por esta versión, debemos echar un vistazo a la cantidad de azúcar añadido, pues es habitual que se venda pasta de tamarindo verde azucarada y nos la hagan pasar por pasta de tamarindo maduro, que sería lo deseable.

Partiendo del fruto entero, si queremos hacer pasta de tamarindo en casa es muy sencillo, pues solo necesitamos una taza de agua caliente por cada medio kilo de vainas de tamarindo. Lo que haremos será retirar las cáscaras y los filamentos laterales tal como veis en la imagen superior y mezclar los frutos con el agua hasta formar una pasta que haremos pasar por un colador para retirar los huesos. Si no la vamos a consumir de inmediato podemos congelarla en pequeñas porciones (por ejemplo, con un molde para cubitos de hielo) y así podremos echar mano a ella cuando nos haga falta.

Recetas con tamarindo

En Cocinillas, como buenos amantes que somos de la cocina asiática, tenemos algunas recetas con este ingrediente, como por ejemplo estos Langostinos con salsa de tamarindo picante que están buenísimos acompañados de un simple arroz blanco.

langostinos

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Pechuga de pollo marinada

Fuente | Plantas medicinales