Preparación: 10 min Reposo: 20 min Dificultad: 1/5 Coste: < 1 €
Esto de hacer nata montada con leche, es decir, que vamos a montar leche en vez de nata sé que suena un poco a aquello de convertir el agua en vino y es más un truco que una receta, pero sabemos que a más de uno y a más de una os va a resultar muy útil, porque no hay duda de que la nata montada es un alimento que alegra muchos postres pero, que no sé por qué, las cosas buenas la mayoría de las veces tienen un pero y esa alegría deja de serlo tanto cuando caemos en la cuenta de la cantidad de grasa y calorías que nos estamos metiendo en el cuerpo.
Y no sería un gran problema si después nos vamos a correr unos cuantos kilómetros, pero si el plan para el resto del día es una calentita sesión de sillon-ball (ya sabéis, ese deporte tan famoso cuyo equipamiento básico es la batamanta o similar y que consiste en luchar 5 minutos con el contrario por el control del mando a distancia de la tele y pasado ese tiempo quedarse mirando a la pantalla echen lo que echen), la nata montada no es nuestra mejor amiga. Ya ya, que lo que os estáis preguntando es que cómo es eso de hacer nata montada con leche.
Pues vale, dejémonos de batamantas y vamos a lo que nos interesa.
Ingredientes para hacer nata montada con leche
- Leche entera, 250 ml
- Agua a temperatura ambiente, 60 ml
- Gelatina neutra en polvo, 1 sobre de 10 g
- Azúcar glacè, 3 cucharadas (*)
- Esencia de vainilla, opcional (**)
(*) O dos sobrecitos de edulcorante en polvo
(**) Yo no se la he puesto
Preparación de la nata montada con leche
- En un bol ponemos el agua y añadimos la gelatina neutra en forma de lluvia. Batimos bien con unas varillas y la calentamos 20 segundos en el microondas a 800W hasta que la gelatina esté completamente disuelta. Si fuese necesario calentamos unos segundos más (también podemos disolverla en un cazo a fuego lento).
- En un bol ponemos la leche, añadimos la gelatina disuelta y el azúcar o el edulcorante, mezclamos bien con las varillas y dejamos reposar en la nevera hasta que la mezcla esté completamente fría.
- Y después de unos 15 o 20 minutos más o menos, cuando la mezcla esté fría, la montamos con unas varillas eléctricas hasta que tenga la consistencia deseada. Es importante no dejarla en la nevera mucho más tiempo, porque si lo hacemos, la gelatina habrá cuajado del todo, se habrá convertido en una especie de flan y será mucho más difícil trabajar con ella.
Resultado
Con este pequeño truco conseguimos una nata montada con leche y con muchísima menos grasa que la nata montada tradicional, pero que nos alegrará igualmente los postres sin tantos remordimientos de conciencia.
Con un vaso de leche, que es lo que usamos en la receta, sale nata suficiente para invitar a los vecinos o para acabar con la producción de fresones de todo Palos, bueno vale, no tanta. Pero lo bueno que tiene es que como la gelatina es un buen estabilizante no se bajará si la guardamos en la nevera para el día siguiente. Estad atentos, porque muy pronto vais a ver el pedazo de tarta que hicimos con la “nata” que sobró.
Consejos
Si por lo que sea nos despistamos y la dejamos demasiado tiempo en la nevera y se cuaja demasiado, lo que tendremos que hacer será triturarla bien con una batidora de brazo (si es necesario añadiremos 2 o 3 cucharadas de leche) y después podremos montarla con las varillas eléctricas.
Para que veáis que hacer nata montada con leche es facilísimo, en este enlace podéis ver el vídeo del que hemos sacado la idea. Está en inglés, pero se sigue bien. Ahí le ponen esencia de vainilla y disuelven la gelatina en el agua calentándola a fuego mínimo en un cazo, que es otra posibilidad si no tenéis microondas.